La explosión causó heridas de diversa consideración a varias personas, de edades entre los 30 y los 65 años. Los heridos fueron trasladados a distintos hospitales, dos de ellos en estado grave, informaron fuentes de los equipos de emergencia. Uno de los lesionados sufrió la amputación de varios dedos de una mano.
Los artificieros del Grupo de Operaciones Especiales (Gope) del cuerpo de Carabineros llegaron hasta el lugar, situado en la zona oriental de la capital chilena, así como numerosas ambulancias y vehículos de bomberos, al tiempo que se cerraba la estación de metro contigua. Según la información inicial facilitada por los Bomberos, el artefacto que estalló contenía elementos metálicos que fueron los causantes de las heridas de las personas que estaban cerca y también impactaron en las paredes del local.
Poco después de conocerse la explosión, el Gobierno chileno confirmó que se trató de un atentado terrorista: "Es un acto terrorista, sin duda, que merece toda nuestra condena. El Gobierno invocará la ley antiterrorista para sancionar a los culpables y que reciban el máximo rigor de la ley", declaró el ministro portavoz de Gobierno, Álvaro Elizalde, al llegar al lugar de los hechos.
El ministro del Interior, Rodrigo Peñailillo, señaló que este hecho "merece un enérgica respuesta" y agregó que "el Gobierno está coordinando todas las acciones necesarias para saber quiénes son los autores intelectuales y materiales de este crimen y que respondan ante la justicia". "Personas inocentes han sido afectadas por este hecho, que merece las condena más enérgica y la sanción más drástica que establece nuestra legislación", enfatizó.
Bachelet: "Chile sigue siendo seguro"
En sus primeras declaraciones tras el atentado, la presidenta de Chile, Michelle Bachelet, calificó de "abominable" el hecho y señaló que "lo que ha sucedido es horrible, pero Chile sigue siendo un país seguro".
"Este es uno de los actos más cobardes que hemos visto porque tienen como objetivo dañar a las personas, generar temor, incluso la muerte de personas inocentes", dijo la mandataria. No obstante, aclaró que pese al atentado "decir que el terrorismo se ha instalado en nuestro país no corresponde". Bachelet fue contundente al afirmar que se aplicará toda la fuerza de la ley "y por cierto también la ley antiterrorista", aunque recalcó que esta normativa "debe ser mejorada".
En lo que va de año, Santiago ha sido escenario de la explosión de una treintena de artefactos que han estallado en las proximidades de comisarías, otros edificios públicos y sucursales bancarias. Aunque en algunos casos lo que perseguían los autores era robar los cajeros automáticos, en otros obedecían a la acción de grupos antisistema.