La semana pasada, el Grupo de Trabajo de Detenciones Arbitrarias de las Naciones Unidas criticó duramente el juicio abierto contra el líder opositor Leopoldo López al considerar que había sido víctima de una "detención arbitraria" y exigió a las autoridades venezolanas "su inmediata liberación".
Muy pocos días después y pese a que Caracas aún no ha respondido a la demanda de dicho grupo de trabajo –y además sigue bloqueando el derecho a una defensa justa de López–, Venezuela recibe un importante respaldo en el organismo internacional al lograr los votos suficientes para entrar al Consejo de Seguridad como miembro no permanente en sustitución de Argentina. Con el respaldo de los países de Latinoamérica y el Caribe, obtuvo 181 votos a favor del total de 193 países miembros.
La última vez que lo intentó fue en 2006 y entonces Hugo Chávez acusó a Estados Unidos de presionar a los miembros para bloquear el ingreso de Venezuela. Esta vez ha sido diferente y Nicolás Maduro tomó la noticia como una auténtica victoria para su país. Por eso, consideró que Hugo Chávez "sigue ganando batallas en el mundo. Es el día en que el mundo le ha dado un apoyo a nuestra patria".
Lo que parece bastante claro es que a la ONU no parece preocuparle la situación que vive Venezuela y la persecución que sufre la oposición. De hecho, el gobierno chavista lo ha tomado de esa manera. Su canciller, Rafael Ramírez, dijo que "el éxito histórico alcanzado por la República Bolivariana de Venezuela pone de manifiesto el amplio apoyo internacional del cual goza nuestra revolución como promotora de la paz, de la justicia social, de la solidaridad y de los derechos humanos".
Como era de esperar, EEUU mostró su disconformidad. Su embajadora ante la ONU, Samantha Power, dijo que "la conducta de Venezuela en la ONU ha ido en contra del espíritu de la Carta de la ONU y sus violaciones de los derechos humanos en su territorio están en conflicto con la letra de la Carta". Agregó que Estados Unidos "seguirá exigiendo al Gobierno de Venezuela que respete las libertades fundamentales y los derechos humanos universales de su población".
Por su parte, el líder opositor Henrique Capriles apuntó que "ese ingreso no le interesa a la mayoría de los venezolanos. Las prioridades del pueblo son que se consiga acetaminofeno (paracetamol), que aparezcan los pañales y los alimentos que están escasos". María Corina Machado también opinó al respecto a través de su cuenta de Twitter. Señaló que "mucho más pierde la ONU de lo que gana el régimen venezolano" y agregó que "no hay plata ni puesto en Consejo de Seguridad que lave la cara de la represión, la mentira y el fracaso de este régimen".