Para nadie fue una sorpresa oír a Ernesto Samper, secretario general de la Unión Suramericana de Naciones (Unasur), respaldar a Nicolás Maduro en su visita realizada a Caracas el pasado 7 de marzo. El colombiano dio por buenas las versiones del chavista acerca de un supuesto plan de golpe de Estado y magnicidio –en el que ha insistido tanto sin aportar pruebas reales– y señaló que no existía "ninguna posibilidad" de que Unasur "avale una ruptura o un intento de tumbar o de detener el proceso democrático en Venezuela".
Este fin de semana, este organismo –defendido y apoyado por Hugo Chávez– celebró una reunión extraordinaria de cancilleres en su sede principal de Quito. Como era de esperar, nada de lo que ahí se dijo sorprendió. Los representantes de la Unasur no se centraron en la situación de la oposición, de los estudiantes agredidos o de los presos políticos. Su objetivo era claro: pronunciarse en contra del decreto de Barack Obama en el que califica a Venezuela como una "amenaza extraordinaria" para EEUU y en contra de las sanciones a siete altos cargos y ex altos cargos venezolanos, cuyos bienes en EEUU han sido congelados con prohibición de entrar al país.
Este sábado, la Unasur instó a EEUU a cambiar su actitud hacia Venezuela y le pidió que derogue el decreto que promulgó esta semana y que ponga en práctica "alternativas de diálogo" con el Gobierno de Maduro. Para los cancilleres ahí presentes, la medida de Washington es una "amenaza injerencista a la soberanía y al principio de no intervención" en los asuntos de otros Estados. El organismo también apuntó que seguirá "acompañando" el diálogo político "con todas las fuerzas democráticas venezolanas", aunque no se pronunció acerca de la situación de los opositores presos en las cárceles venezolanas con frágiles acusaciones, como ocurre con Leopoldo López, cuya defensa ya ha demostrado las contradicciones de la acusación de la fiscalía chavista.
Poco después, Maduro dijo que estaba seguro que "el mundo cambiará" con el rechazo unánime expresado por la Unasur. Escoltado por escoltado por jefes de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB), el chavista dijo en su acostumbrado tono que "está naciendo, con las resoluciones que hoy ha tomado Unasur, la doctrina de paz de Suramérica; está surgiendo una nueva doctrina de diplomacia de paz, la doctrina Unasur" y "no tengo dudas de que (...) va a cambiar al mundo; lo va a cambiar".