No es la primera vez que para esconder los problemas internos de Venezuela el chavismo elige como estrategia un escenario de conflicto con algún país. Estados Unidos es uno de los objetivos favoritos, aunque España y Mariano Rajoy, a quien llamó racista, también sufrieron hace unos meses duros calificativos de Nicolás Maduro, lo que originó una crisis diplomática que llegó incluso a la convocatoria de los respectivos embajadores.
Esta vez Colombia ha sido nuevamente el objetivo elegido. Siempre fue un país mencionado por Hugo Chávez, especialmente cuando Álvaro Uribe –abierto opositor al chavista– era su presidente. El pasado viernes, Maduro decidió de manera unilateral declarar el estado de excepción en los municipios fronterizos del estado Táchira, que limitan con Colombia, durante un periodo de 60 días. Esto, según el bolivariano, por los supuestos hechos de violencia contra venezolanos –tres militares y un civil resultaron heridos– en los últimos días y los casos de contrabando.
La coalición opositora de la Mesa de la Unidad Democrática (MUD) condenó este ataque contra ciudadanos venezolanos pero también se mostró contraria a las palabras de Maduro sobre los inmigrantes colombianos, cuya situación comparó con lo que ocurre en África. El chavista dijo que se trataba de "un éxodo comparado con lo que está pasando ahorita en África y Asia hacia Europa y sabemos que vienen huyendo del África del terrorismo, de la guerra, de la miseria". Para el coordinador electoral de la MUD, Henry Ramos, estas afirmaciones fueron "xenofóbicas" y rechazó la postura "irresponsable" del Ejecutivo, que, dijo, "abona muy poco en favor de la convivencia que debe existir entre dos países que por razones históricas y geográficas, e incluso afectivas, tienen un destino común".
A través de un comunicado, la MUD calificó de "insólito por desproporcionado" la decisión de Maduro y señaló que podría tratarse de una maniobra del oficialismo para suspender las elecciones legislativas previstas para el 6 de diciembre ante "su derrota inminente". Además apuntó que esta posible suspensión de los comicios "colocaría al país y con él a la región entera ante un muy grave riesgo de inestabilidad y violencia".
El presidente colombiano también reaccionó a las palabras de Maduro sobre los inmigrantes. Juan Manuel Santos dijo que "es contraevidente y no tiene lógica. Los migrantes del África migran porque la situación económica de Europa es mejor, buscan calidad de vida y hay mejores oportunidades. Si uno hace la comparación entre los dos lados de la frontera es al contrario. Si se comparan indicadores, crecimiento económico, generación de empleo, inversión y productividad la situación indica lo contrario".
Maduro también tuvo palabras para Uribe, con quien el régimen chavista nunca tuvo buenas relaciones. El venezolano dijo que el ahora senador se trasladó el viernes al departamento de Arauca, fronterizo con el estado venezolano de Apure, a "coordinar asesinatos" y "crímenes" en contra de Venezuela. "Aquí está el cínico, el rey de los falsos positivos y de las masacres en Colombia, Álvaro Uribe Vélez, anunciando que está en el Arauca, cuidado. Atención en Apure, cuando Uribe Vélez va a la frontera va a coordinar asesinatos, crímenes contra Venezuela, así lo denuncio", señaló.
Como respuesta, Uribe también hizo acusaciones a través de su cuenta de Twitter: "Maduro hospeda a la narco terrorista FARC, tortura a la oposición democrática y deporta a los colombianos" y "la deportación demuestra que el Castro Chavismo de Maduro no quiere integración sino dominación", fueron algunos de sus mensajes.