Mientras la exdiputada del PP Cayetana Álvarez de Toledo se rodea de premios Nobel en un viaje a Venezuela para exigir la libertad de Leopoldo López y de todos los presos políticos venezolanos, el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, utiliza las páginas del diario El País para condenar el régimen bolivariano y advertir sobre el peligro que representa Podemos de que se repita el mismo esquema totalitario en nuestro país.
Rajoy entra en campaña con un artículo donde comienza pidiendo al lector que se imagine que en España un dirigente democrático "cumpliera dos años de prisión injusta en la cárcel militar de Alcalá Meco (…) por ser supuestamente el autor de delitos tan graves como instigación pública y asociación para delinquir (…) Eso es lo que ha pasado en Venezuela", sentencia el presidente.
Mariano Rajoy muestra expresamente su apoyo a la familia de Leopoldo López, el preso político que cumple este jueves dos años en prisión por el único delito de defender la libertad en Venezuela. También tiene unas palabras de afecto para la familia de Antonio Ledezma, el alcalde de caracas que fue detenido hará un año este viernes 19 de febrero.
Pero no se queda ahí Mariano Rajoy, sino que se mete directamente en Campaña al decir que "un autoproclamado candidato a vicepresidente del Gobierno de España" -en clara referencia a Pablo Igleisas- "afirmó, nada menos, que siente envidia de los españoles que viven en Venezuela. ¿Envidia del desplome del 7% de la economía, del déficit fiscal del 19%?".
También carga contra la inseguridad en el régimen bolivariano, en su capital Caracas, o la hiperinflación prevista para 2016 del 720%. Sin embargo, lo que no recuerda Rajoy, es que hace sólo unos meses, su ministro de Exteriores, García-Margallo, presumía de que "las relaciones entre Caracas y Madrid son absolutamente normales" justo cuando la tiranía de Maduro impedía a Felipe González viajar con escolta al país venezolano para representar ante la justicia al preso político Leopoldo López, que con tanto ardor defiende hoy Rajoy en las páginas del diario de Prisa.
Pero no se queda ahí el presidente del Gobierno. En El País advierte de que lo peor no son los datos económicos o las cifras de peligrosidad o criminalidad del país bolivariano, la escasez o la pobreza, sino que lo peor "es la crisis de valores", dice el presidente en funciones. "Se subsidia a la población para crear un electorado anestesiado, agradecido y estable, a disposición del poder político. Se instaura una cultura que promueve el conformismo, el resentimiento y la sumisión a lo fácil".
Dicho esto, Rajoy vuelve al electoralismo: "¿Podemos tener un autoproclamado candidato a vicepresidente del Gobierno que no condenó la represión y el encarcelamiento de manifestantes pacíficos, estudiantes y líderes de la oposición en Venezuela? ¿Puede plantearse el PSOE pactar con quien, cuando era eurodiputado, votó en contra de la resolución del Parlamento Europeo que pedía la liberación de líderes demócratas como Leopoldo López? Un líder que, por cierto, pertenece a la Internacional Socialista".
Y saca pecho de lo hecho hasta ahora. Según presume, su gobierno "ha concedido la nacionalidad española a los padres de Lopoldo López" y ha concedido el permiso de residencia a periodistas, directivos y medios de comunicación perseguidos por la dictadura venezolana. Por último, enfatiza que "el Gobierno de España y el partido que represento no dejarán de acompañarles ni en este aniversario ni nunca. Porque queremos para los venezolanos lo mismo que los españoles disfrutamos cada día. Democracia, libertad y seguridad".