A apenas una semana de las elecciones del 10 de abril, los diez candidatos a la presidencia de Perú celebraron el esperado debate organizado por el Jurado Nacional de Elecciones (JNE). Casi todos intentaron presentar sus propuestas aunque dos hechos llamaron especialmente la atención. El primero fue el duro ataque de Fernando Olivera contra Alan García a quien confrontó con acusaciones de haber cometido "crímenes y la corrupción" y le acusó de haberse "encargado de la impunidad" y haber "pervertido los valores del Perú". García aseguró que no responde "ofensas ni las comenta".
Lo otro, y tal vez lo más surrealista del debate, es que tuvo la participación de un candidato preso que fue trasladado desde su celda hasta el lugar donde se realizó el encuentro. El exgobernador de la región norteña de Cajamarca, Gregorio Santos, está procesado por presuntos actos de corrupción. En un debate anterior, su participación se limitó a un contacto telefónico. Sin embargo, esta vez tuvo el privilegio de poder salir de la cárcel para hacerlo cara a cara con los demás candidatos.
Al cierre de su presentación, Keiko Fujimori, que encabeza los sondeos, afirmó que sabe "mirar la historia" y que plantea la reconciliación en su país, por lo que se "compromete al respeto irrestricto del orden democrático y los derechos humanos". Señaló que también será "drástica en la lucha contra la corrupción" y que respetará "la independencia de los poderes" del Estado y no utilizará "el poder político para beneficiar a ningún miembro" de su "familia". Fujimori se comprometió, además, "a profundizar el trabajo" de la Comisión de la Verdad y Reconciliación (CVR) –ninguneada en su momento por el fujimorismo y otros sectores– que investigó la guerra interna contra el terrorismo que golpeó a Perú entre 1980 y 2000 y a "reparar a las víctimas de la violencia." "Nunca más un 5 de abril", enfatizó la candidata en alusión al autogolpe de Estado que dio su padre en 1992 y defendió la Constitución dada por el régimen de Alberto Fujmori al afirmar que "gran parte del crecimiento económico" que tuvo Perú en las últimas décadas es producto de ella.
Esto fue refutado por Verónika Mendoza, quien disputa el segundo lugar con Pedro Pablo Kuczynski. Dijo que el crecimiento se debió "al trabajo de los peruanos", tras lo cual confirmó su intención de cambiar esa Constitución. Mendoza abrió su exposición con un saludo en idioma quechua y aseguró que la "gran mayoría de peruanos afirman que lo que se necesita es un nuevo modelo". La candidata del Frente Amplio –con una propuesta de izquierda– propuso "recuperar por fin la soberanía" de los recursos de su país y diversificar la producción.
Kuczynski afirmó, a su turno, que busca modernizar el país y ofreció mejorar la calidad de los servicios de agua, educación y seguridad así como la promoción del desarrollo de la economía. "En economía tenemos que motivar a la pequeña empresa, debemos retomar el crecimiento, promover al agro, la educación y la energía", dijo antes de señalar que también refundará la Policía y planteará un Poder Judicial y Fiscalía "limpios". Finalmente, el periodista Alfredo Barnechea, quien ocupa el cuarto lugar en los sondeos, aseguró que quiere "transformar al Perú en un país industrializado en una generación" para que "no sea siempre un país exportador de materias primas".