El punto más crítico de la marcha convocada este miércoles por la Mesa de la Unidad Democrática fue en la Plaza Venezuela de la capital Caracas donde miles exigían una vez más la convocatoria de un referéndum revocatorio contra Nicolás Maduro. Ahí las fuerzas de seguridad chavistas acosaron a los que acudieron a la convocatoria de la oposición e intentaron desalojarlos con gases lacrimógenos. La marcha no pudo avanzar hasta la sede del CNE, a unos seis kilómetros al oeste de lugar donde se inició, pues un cordón policial impidió el paso de los manifestantes.
El diputado opositor Hernán Alemán denunció a través de Twitter que agentes de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB) comenzó a arrojar gases "para reprimir al pueblo que exige sus derechos políticos".
El presidente de la Asamblea Nacional, Henry Ramos Allup, y el excandidato presidencial Henrique Capriles, entregaron al rector principal del Consejo Nacional Electoral (CNE) un documento en el que recogen las irregularidades que, en su opinión, se están cometiendo durante el proceso para intentar convocar el referéndum revocatorio.
El escrito exige el "respeto de la Constitución" en cuanto al derecho de los ciudadanos a solicitar el proceso revocatorio del mandato de Maduro, algo que, a juicio de la oposición, se les trata de impedir. Asimismo, piden "el cumplimiento del reglamento", en cuanto a la celeridad del cumplimiento de los lapsos establecidos. Al entregar el documento a Luis Emilio Rondón, el único de los cinco rectores del Poder Electoral que apoya las reclamaciones de los opositores, Capriles insistió en que "el pueblo quiere validar sus firmas para poder continuar con el procedimiento revocatorio".