En su segundo intento por lograr la Presidencia, Keiko Fujimori ganó la primera vuelta de las elecciones del pasado 10 de abril con un 39,85% de los votos y consiguió la mayoría en el Congreso con 73 escaños de un total de 130.
A diferencia de la campaña electoral de la primera vuelta en la que mostró su lado más amable, Keiko, de 41 años, ha adoptado un tono más agresivo y ha prometido mano dura, sacar el Ejército a las calles y construir cárceles a 4.000 metros de altitud, para luchar contra la delincuencia, una de las principales preocupaciones de los peruanos.
En la campaña de la segunda vuelta, ha centrado toda su estrategia en subrayar su firmeza, su juventud y su cercanía al pueblo frente a su rival, el exministro de Economía Pedro Pablo Kuczynski, de 77 años, a quien ha acusado de elitista y de ser el candidato de los grandes empresarios.
Tras su derrota frente a Ollanta Humala en las elecciones de 2011, Keiko se ha preparado a fondo y durante estos cinco años no ha dejado de recorrer el país. Cuenta con el favor de la mayoría de los sectores populares de Perú, que atribuyen a Alberto Fujimori la derrota de Sendero Luminoso y la recuperación de la economía del país.
Pero también se enfrenta al rechazo de un sector importante de la población, que no olvida la corrupción y las violaciones de los Derechos Humanos cometidas durante el gobierno de su padre. No obstante, Keiko confía en que el peso del antifujimorismo, que se ha reforzado en esta campaña con manifestaciones en contra de su candidatura, no le cueste el triunfo en las elecciones del próximo domingo como le ocurrió en las de 2011.
A diferencia de esa campaña, Keiko ha tratado de marcar distancias con el gobierno de su padre y con el ala más dura del fujimorismo y se ha comprometido a no utilizar el poder político para beneficiar a ningún miembro de su familia. Fujimori también ha rechazado cualquier vínculo de su partido con el narcotráfico ante las advertencias de Kuczynski sobre el riesgo que tiene el país de convertirse en un "narcoestado", al recordar que de 11 congresistas fujimoristas elegidos, cinco son investigados por una presunta conexión con el narcotráfico.
Keiko Fujimori cuenta con más de 20 años de experiencia política, desde que, en 1994, se convirtió, con sólo 19 años, en la primera dama más joven de América, tras el divorcio de sus padres. Al igual que sus tres hermanos, Keiko estudió en el colegio privado limeño Sagrados Corazones de la Recoleta, y después continúo sus estudios en Estados Unidos. Compaginó sus obligaciones de primera dama con la carrera de administración de empresas en la Universidad de Boston.
En el año 2000, cuando su padre renunció por fax a la Presidencia de Perú tras un escándalo de corrupción, Keiko se dedicó a continuar sus estudios superiores en Estados Unidos y obtuvo un máster en administración de empresas en la Universidad de Columbia. La financiación de estos estudios es un tema polémico en Perú, debido a las denuncias de que presuntamente fueron pagados con fondos públicos, lo que ella ha negado.
En 2006, Keiko resultó elegida congresista con la más alta votación del país, pero su labor en el Parlamento también ha sido objeto de críticas en esta campaña después de que Kuczynski recordará que en ese período legislativo se ausentó durante 500 días. Sus adversarios también critican su falta de experiencia laboral, y es que en los últimos años, tras dejar el Congreso en 2011, se ha centrado en encabezar Fuerza Popular, la actual primera fuerza de oposición en el Parlamento, y viajar por todo el país.