Menú

Españoles, amenazados por el pillaje en San Martín: "Tras el huracán llegó el apocalipsis"

Los supervivientes hablan de una devastación total, desabastecimiento y pillaje. "Aquí la gente te mata por una botella de agua" dicen aterrados.

Los supervivientes hablan de una devastación total, desabastecimiento y pillaje. "Aquí la gente te mata por una botella de agua" dicen aterrados.

San Martín (Saint Martin en francés o Sint Maarten en holandés), isla caribeña que se reparten Holanda y Francia a partes iguales, ha sido una de las más castigadas por el huracán Irma. Tras la peor noche que los isleños recordarán, el paisaje es desolador, "apocalíptico", según el testimonio de algunos de los residentes que malviven presos del miedo en un entorno completamente hostil.

Sébastien, un joven profesor de educación física de origen francés y residente en San Martín, ha conseguido enviar un mensaje a sus conocidos a través de las redes sociales tras la tormenta. Él, su mujer y su hijo pequeño (que apenas tiene unos meses) tuvieron que refugiarse en la ducha de su casa, ya que ni la puerta ni las ventanas aguantaron los vientos de cerca de 300 kilómetros por hora que arrasaron este paradisíaco rincón del Caribe. Al día siguiente, consumiendo la poca batería que le quedaba a su teléfono móvil, consiguió colgar en redes sociales el siguiente mensaje:

"(...) Estamos vivos. Francamente hemos tenido mucho miedo. Tuvimos que refugiarnos en la ducha del baño porque la puerta y la ventana de la habitación cedieron (...) Dentro del baño la pared casi se cae. Todo esto en medio del ruido más infernal que podáis imaginar (...).

(...) Hoy el decorado es el del apocalipsis. No hay palabras para describirlo. Y a esto se suma el disgusto del pillaje. La gente de barrio, los niños, incluso en familia se llevan todo. Y todavía esta noche vamos a tener que plantar cara a los vándalos (...) El recuento, por el momento, es que no vamos a tener agua ni electricidad durante varias semanas."

huracan-irma-saint-martin-efe-1.jpg

Finalmente, Sébastien logró evacuar a su mujer y a su hijo, aunque él permanece en la isla, donde este martes ha recuperado el suministro eléctrico. La historia se repite con muchos de los cerca de 30 españoles que se encontraban allí cuando Irma llegó para llevárselo todo. Desde el Ministerio de Asuntos Exteriores no han querido confirmar todavía el número de ciudadanos españoles que permanecen atrapados en San Martín, donde cada minuto que pasa aumenta el riesgo ya que la isla ha sido tomado para vándalos y delincuentes.

Con una población que oscila entre los 40.000 y los 73.000 habitantes (dependiendo de la temporada), San Martín padece la lacra de bandas criminales que ocupan varias zonas a este y oeste de la isla. En la zona más occidental, el barrio de Sundy Ground es foco de violencia, igual que sucede con Quartier D'Orléans, residencia de pandilleros y mafiosos.

Para colmo, según las últimas noticias procedentes de la isla, la prisión de Pointe Blanche (al sur de la isla, en el lado holandés) habría quedado lo suficientemente dañada como para que 250 presos hayan podido escapar, no sin antes hacerse con el arsenal de la prisión, confirmaba el capitán de policía Amelle Ayoubi a una radio francesa.

infografia-isla-san-martin.jpg

El testimonio de algunos supervivientes al huracán narra noches en vela encerrados en lo que queda de sus casas mientras escuchan tiros en las calles y bandidos en motocicleta. La gasolina y la mayor parte de los recursos, fundamentalmente agua y comida, han caído en manos de las bandas, según dicen aquellos supervivientes que logran enviar mensajes al exterior de la isla, pese a que no tienen electricidad.

Lo mismo sucede con el número de muertos. Las autoridades francesas y holandesas dan un cómputo total de no más de treinta fallecidos, aunque los testigos en el terreno describen una imagen dantesca. Según su propio relato, "cuando el agua ha empezado a retirarse ha dejado decenas de cuerpos flotando. Hablan de 30 muertos, pero hay más de un centenar", aseguran, pese a que, por el momento, no hay forma alguna de confirmarlo.

Tanto Holanda como Francia han desplegado a policías y militares en la isla con la intención de mantener el orden y proceder al reparto de ayuda humanitaria.

huracan-irma-saint-martin-efe-2.jpg
Soldados holandeses patrullando en Phillipsburg

Otro de los supervivientes narra ante las pocas cámaras que recogen el desastre cómo tendrán que apañárselas durante la próxima semana con apenas tres botellas de agua que ha conseguido gracias a los gendarmes franceses. "Somos cuatro en casa, no tenemos qué comer ni beber. Mi hijo pequeño está lleno de sarpullidos, no tenemos higiene. He venido a por ayuda y me han dado tres botellas de agua. Dicen que ahora viene el huracán José y seguimos sin poder lavarnos ni tirar de la cadena. Luego dicen que hay pillaje y que robamos. No robamos, es supervivencia. ¡Qué vamos a hacer cuatro personas con tres botellas de agua!", se quejaba amargamente.

En cuanto a los españoles, Sara Cerezo, una odontóloga cordobesa de 27 años enviaba angustiada un mensaje para pedir que "nos saquen de aquí". Según su relato "esto es la guerra. Se están matando unos a otros, se pegan tiros por una botella de agua, por una caja de conservas. Hay miles de muertos. Tienen que sacarnos de aquí", decía con la voz quebrada por el miedo mientras mostraba con su teléfono móvil el estado de ruina en la que había quedado su casa. Coincide en señalar que hay muchos muertos, "no queda nada, está todo lleno de fallecidos que flotan en las calles, en el mar".

Otros españoles, como Laura o Judith, su prima, también residentes en San Martín lograron refugiarse en un hotel y esperan ser evacuados.

San Martín es sólo una de las islas que quedó arrasada por Irma. El presidente francés Emmanuel Macron viaja a la isla, donde llegará este martes, con la esperanza de que la ayuda del ejército francés logre poner orden en una isla caótica presa del miedo y las bandas organizadas que han hecho del pillaje su modus operandi día a día.

En Internacional

    0
    comentarios