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'President Dia': La oscura cara de una traición

Entrevista con Ousmane William M'baye, director de President Dia, un documental senegalés que da voz al derrocado.

Entrevista con Ousmane William M'baye, director de President Dia, un documental senegalés que da voz al derrocado.

Ousmane William M'baye dice que no tenía interés en generar polémica, y suena sincero. Pero tampoco esconde su satisfacción por el efecto que ha provocado su película. El director senegalés buscaba dar respuesta a las incógnitas de su niñez y eso conllevaba escarbar en un turbio período de la historia del país."Cuando mi tío Joseph fue arrestado con Mamadou Dia en 1962, yo tenía 10 años. Mi país fue desgarrado. No entendí por qué". Así comienza President Dia, el documental que explora el derrocamiento ocurrido cincuenta años atrás y que se ha presentado en el Festival del Cine Africano de Córdoba.

En él, M'baye da voz a "la otra parte de la historia, la que no se ha escuchado hasta ahora, ni en mi país, ni fuera", explica en una entrevista con LD. Para ello, retrocede hasta ese 17 de diciembre de hace medio siglo, en el que el presidente de Senegal ordenó arrestar a su amigo y primer ministro, quedándose con todo el poder. Es la historia de la traición de Leopold Sedar Senghor a Mamadou Dia, que durante cincuenta años ha permanecido ignorada. "Quería darle la palabra a él, al derrocado", apunta.

El director, célebre por el filme Mere-Bi sobre su madre -la primera periodista del país- esta vez ha dejado los sentimientos a un lado. O a los dos, más bien, porque su implicación es doble: "Mi tío por parte de madre metió en prisión a mi tío por parte de padre, así que yo he tratado de ser lo más objetivo posible, reconstruyendo lo que pasó. En este caso, no quería contar mi historia personal", defiende. Su productora y montadora de la cinta, Laurence Attali, revela uno de los secretos del documental: "Existe una fotografía de él [M'baye] con sus dos tíos, de pequeño. No quisimos incluirlo explícitamente en la película, pero de algún modo todo eso está ahí".

President Dia trata de engarzar las piezas del puzzle poniendo ante la cámara quienes vivieron estos acontecimientos: periodistas, testigos, responsables políticos y el propio Mamadou Dia. "Yo no quiero presentarle a él como un ángel y a Senghor como un demonio, esto ha sido un trabajo de narración", rechaza M'baye, insistente en revolverse contra la historia escrita por vencedores. "El documental muestra un paisaje que nadie conocía. Porque cuando se habla de Sengal y de África, todo el mundo sabe quién es Senghor, pero no se conoce la parte que no es limpia, su cara oscura".

Y es que cuesta encontrar referencias a esta maniobra del expresidente de Senegal en cualquier parte. La historia lo ha aclamado como un gobernante que logró una histórica pacificación del país en dos décadas, sabiendo retirarse a tiempo. Su faceta como "poeta de la negritud" ha sido reconocida por la Asamblea Nacional Francesa, y ni siquiera en su biografía de Wikipedia aparece referencia alguna a este episodio negro de la historia de Senegal.

El debate silenciado

"La sociedad senegalesa, su reacción a la película ha sido tremendamente positiva" explica orgulloso el director, que no se atribuye el mérito. Porque, como recalca Attali, "la historia no empieza cuando la empezamos a rodar, la historia empieza hace cincuenta años". Pero es ahora cuando los senegaleses están recibiendo respuestas y sobre todo, haciéndose preguntas: ¿Por qué se apartó de ese modo a Dia, uno de los artífices de la Constitución y primer presidente tras la independencia?. "Lo curioso de todo es que el debate que ha generado, que nosotros no buscábamos en sí, se ha reavivado con toda la pasión con la que se silenció en su momento" dice con los ojos encendidos la productora. Y es que, como se detalla en la cinta, hace cincuenta años esa página se pasó de manera obligada.

Senghor convirtió Senegal al presidencialismo deshaciéndose de Dia, acusándole de tramar un golpe de Estado. El documental recoge los testimonios de los generales que llevaron a cabo la detención y que cincuenta años después arrojan luz sobre lo ocurrido. Las fuerzas de seguridad dispararon contra los defensores de Dia que salieron a las calles, causando más de 40 muertos y 250 heridos. Todo rastro de su rival fue borrado del país: Dia desapareció de los escritos, las instituciones oficiales y se pudrió en la cárcel de Kédougou durante 12 años. El expresidente mira a la cámara de M'Baye, ciego y consumido, reconociendo que jamás dejará de odiar a quiénes le sepultaron tras las rejas.

Pero President Dia no pretende ser sólo una narración local, sino que tiene vocación de mostrar al mundo lo ocurrido: "Esto ha sido lo más difícil, pensar en los diferentes públicos, porque no es lo mismo contárselo a Senegal que al público ajeno", explica M'baye. Y, a juzgar por el éxito, el mensaje ha calado: premio en Pessac, Túnez, Marsella... productora y director se atropellan enumerando galardones y menciones. "Sólo nos falta Marte", bromea ella.

El cine senegalés

Pero Ousmane William M'baye no sólo tiene orgullo para hablar de su película, estrenada el pasado año. Además, mira con esperanza el cine de Senegal, que mira con deseo hacia la factoría cinematográfica más grande del mundo después de Hollywood, Nollywood (en Nigeria). "Es increíble el talento de los jóvenes de mi país, lo que están haciendo en documental y también en ficción", asevera. "No hay más que mirar los premios y galardones. En todos los últimos festivales, han ganado", dice, recordando los 11 recientes galardones.

M'baye menciona la crisis, pero espera que la reacción del Estado senegalés potencie el filón del celuloide: "Después de ver la cantidad de premios, han anunciado una inyección de 100.000 millones de financiación en 2014. Así que, habrá que ver el efecto que tiene, porque este es el verdadero problema al que se enfrentaban hasta ahora. Haremos balance en 2015 para valorarlo", emplaza.

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