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Kim Jong-un, empeñado en abrir cuanto antes su primera pista de esquí

El "líder supremo" de la hermética dictadura comunista de corea del norte ha pedido que se acelere la inauguración de su pista de esquí.

El "líder supremo" de la hermética dictadura comunista de corea del norte ha pedido que se acelere la inauguración de su pista de esquí.

Pese al férreo hermetismo del régimen totalitario de Corea del Norte, su líder supremo, heredero del poder absoluto Kim Jong-un, se ha empeñado en acelerar la inauguración de una pista de esquí que mandó construir a 180 kilómetros al este de Pyongyang, en el desfiladero de Masik. El complejo, además de la pista y los remontes, tendrá un hotel y un helipuerto.

Dicen las agencias controladas por el régimen -la prensa en corea del norte no es libre- que el líder supremo estaba satisfecho de que "las instalanciones se mantienen correctamente y todo está impecable". La misma agencia estatal KCNA dijo que la pista de esquí es "una creación monumental de la época del Songun" -política de Estado instaurada por el padre del tirano, el fallecido Kim Jong-il, basada en priorizar la defensa armada del país.

El joven tirano norcoreano ha ordenado "a los altos funcionarios celebrar cuanto antes una ceremonia de apertura para que los ciudadanos puedan disfrutar plenamente del esquí", indicó la KCNA en su despacho. Un teletipo en el que no destaca, sin embargo, que la población norcoreana sufre desde hace años un crítico problema de desnutrición y falta de alimentos. Kim Jong Un, comprobó en su visita el estado de los remontes, máquinas aplanadoras y cañones de nieve, además de las tiendas y restaurantes que abrirán en el complejo.

Curiosamente, Kim Jong Un ha puesto todo su empeño en lo que será la primera pista de esquí en la historia del país comunista. Una circunstancia que no parece ajena al hecho de que sea uno de los deportes preferidos del tirano, que estudió varios años en Suiza donde se aficionó a la práctica del esquí. Medios extranjeros anunciaron el pasado octubre una apertura inminente del complejo, pero ésta no se produjo y se desconoce cuándo llegará.

Expertos afines al régimen dicen que Kim Jong-un pretende fomentar el turismo como una importante fuente de ingresos para impulsar al país y, en este sentido, la estación de esquí contribuiría a elevar la afluencia de visitantes extranjeros durante la larga época invernal coreana. En cambio, la realidad es que las fronteras del régimen comunista norcoreano mantienen un férreo control aduanero y la visita de turistas está muy limitada y sujeta a un estricto control político.

Otros analistas, en cambio, dicen que la construcción del complejo de esquí supone un derroche de dinero teniendo en cuenta que el Estado no es capaz de alimentar a su población sin la ayuda alimentaria de organizaciones internacionales.

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