Libertad Digital ha acudido este lunes a la Mezquita de la M-30 de Madrid para preguntar sobre el secuestro de más de 200 niñas en Nigeria a manos del grupo terrorista Boko Haram, que en español significa "la educación occidental es pecado", y que luchan por imponer la sharía o ley islámica en el país.
Después de que Esperanza Aguirre asegurase este fin de semana que "sería importante que en todas las mezquitas y centros islámicos de España hubiera una declaración radical", hemos querido comprobar de primera mano si en la mezquita más importante de Madrid se había producido algún tipo de condena. Las respuestas, sin embargo, no dejan lugar a dudas. Ni la ha habido, ni se espera. Aun así, muchos musulmanes sí conocían la noticia y, a título individual, han querido desmarcarse del fanatismo de Boko Haram. "Lo condenamos todo porque ni pertenecen al islam ni son musulmanes, son fanáticos", nos dice un hombre desde su coche. "No tiene nada que ver con la religión islámica. El islam siempre defiende a la mujer", dice una señora ataviada con el hiyab.
Aunque la mayoría de los musulmanes que acuden a la Mezquita de la M-30 accede a hablar con nosotros, a otros tantos no les hace mucha gracia que acudamos al centro a preguntar por este asunto. "Llamamos a todos los medios cuando tenemos actividades y no viene ninguno, y luego de repente se presenta usted aquí y nos pregunta estas cosas", se queja uno de ellos. Más radical es otro de los jóvenes que merodea por la zona y que nos acusa de "querer dar una mala imagen del islam". Le explicamos que, al contrario, les estamos dando la oportunidad de desmarcarse de lo sucedido. "Iros a tomar por el culo", sentencia. Nos tenemos que meter en el coche de esRadio y, aun así, el joven nos persigue y trata de sacarnos fotos arropado por varios amigos.
Ante la imposibilidad de entrar en la mezquita, tratamos de gestionar una entrevista telefónica con el Imán, pero nos dicen que no se encuentra en el centro y que el único portavoz autorizado está muy ocupado.
También nos hemos puesto en contacto con la Comunidad Islámica de España, la Unión de Comunidades islámicas, la Junta Islámica y la Federación Española de Entidades Religiosas Islámicas. Ninguna de estas organizaciones prevé emitir un comunicado, ni organizar un rezo o manifestación en repulsa del secuestro. Un silencio que clama al cielo cuando ese #bringbackourgirls sigue dando la vuelta al mundo.