Según han publicado los medios de comunicación locales, un hombre falleció hace cuatro días en Johannesburgo tras arrojarse al vacío desde el quinto piso de un edificio en el centro de la ciudad. Lo más curioso del suceso no fue que el suicida, un varón de raza negra, tuviera en sus manos una Biblia, y que saltase desde un edificio donde se aloja la Iglesia de la Victoria. Lo que convirtió el suceso en noticia fue que la multitud que se agolpaba en la calle y que asistía al intento de suicido lo jaleó para que se tirase: "¡Salta, salta, salta!", le gritaban, según testigos presenciales.
Sucedió la noche del jueves en las esquinas entre las calles Bree y Simmonds, en el centro de Johannesburgo. Los testigos que citan los medios locales informan de que el hombre salió a la ventana por el quinto piso y comenzó a recitar versículos de la Biblia.
Entonces, los viandantes que se congregaron en el lugar comenzaron a corear "salta, salta, salta" justo antes de que el hombre se arrojara al vacío. Encontró su muerte en el saliente que tenía el edificio a la altura del primer piso. No llegó a caer al suelo a pie de calle. Los bomberos y sanitarios que se desplazaron hasta el lugar trataron de reanimarlo, pero fue imposible.
Otros testigos destacan que una persona en el edificio había intentado agarrar el hombre, pero no pudo. Finalmente, falleció por las graves heridas que le provocó la caída.