Ha pasado más de una década desde que France 2 primero y medios de todo el mundo después, difundieran la imagen de Mohamed Al-Dura, un niño palestino supuestamente abatido por los disparos israelíes. Una mentira que duró 50 segundos, y que 13 años de pruebas e investigaciones evidenciando su falsedad aún no han conseguido borrar. En la guerra moderna, una imagen vale más que mil palabras. Aunque sea mentira.
Pero esta comenzó a destaparse en el documental Pallywood, de Richard Landes. En él se demuestra cómo, si se analizan las imágenes completas del combate en Netzarim –donde supuestamente falleció Al Dura, que se refugiaba con su padre- se descubre el engaño, que forma parte de una auténtica factoría de creación de contenidos para demonizar a Israel: Pallywood.
Tras el documental, figuras como Philippe Karsenty continuaron investigando qué existía detrás de este montaje. "Decidí que había que luchar por la verdad y contra este libelo sangriento", explicó en una entrevista a Libertad Digital. Recopiló las pruebas y las difundió en su agencia Media-Ratings, que hace seguimiento de los medios para denunciar sus imprecisiones. France 2 le llevó a los Tribunales por sus denuncias, lo que acabó obligando a la cadena a demostrar la veracidad de las imágenes. Pero no pudo: según las denuncias de Karsenty y Landes, la verdad se encontraba en el material bruto que nunca se emitió. La Sala Correccional del Tribunal de París les dio la razón y obligó a la cadena gala a difundir los 27 minutos del vídeo original. No lo hizo: sólo emitió 18.
La investigación israelí
Pero, paralelamente al juicio contra France 2 –cuyo resultado final se conocerá en los próximos días- también Israel organizó un comité para dilucidar lo ocurrido dentro. El resultado se ha hecho público este domingo, con un resultado concluyente: "En contra de lo que alega el reportaje de que el niño fue asesinado, la investigación del comité sobre el material bruto muestra que en las escenas finales, que no fueron difundidas por France 2, el chico aparece con vida". El primer ministro israelí Benjamin Netanyahu ha asegurado que este montaje ha sido una más de las "manifestaciones de la actual campaña deshonesta para desligitimar a Israel".
El caso de Mohamed Al Dura no ha sido el primero, ni será el último. Organismos como la ONU también han dado crédito a otras campañas orquestadas para culpar a Israel de crímenes que no ha cometido, y que después se demostraron falsas. La producción de ficciones desde Pallywood es incesante: no hay período de tensión entre Israel y Palestina que no cuente con su imagen, vídeo o historia manipulada para acusar al estado hebreo de "asesinar niños".
Pero el caso de Al Dura fue uno de los más graves, porque se convirtió en un icono del odio contra Israel, y ha provocado una violenta respuesta social, con derramamiento de sangre. Aún hoy, trece años después, la imagen de Al Dura agazapado junto a su padre sigue encabezando cientos de manifestaciones contra Israel, y su nombre se repite en el mundo musulmán como el de un mártir.
