Un informe de Amnistía Internacional (AI) –una ONG que no destaca precisamente por su afinidad con Israel- destaca las torturas y los asesinatos que la organización terrorista Hamás, en el poder en la Franja de Gaza desde 2007, infringe a los propios palestinos.
La nota de prensa facilitada por AI destaca la "brutal campaña de secuestros, torturas y asesinatos" que se desarrolló durante la guerra entre Hamás e Israel en julio y agosto del pasado año. Sin embargo, los propios testimonios recabados por la ONG demuestran que se trata de una práctica habitual muy anterior al conflicto bélico.
Por ejemplo, el testimonio de la familia Abd as-Salam Jillo, un hombre que fue "arrestado" en abril de 2013 y oficiales especializados en tortura "lo golpearon, vertieron agua fría sobre él en invierno y le impidieron dormir". La última vez que lo vieron con vida fue en junio de 2014 y después su familia sólo recibió un certificado de defunción por "heridas de bala en el cuello y el pecho".
Campaña brutal
No obstante, sí es cierto que durante el conflicto con Israel la represión se incrementó registrándose "la ejecución extrajudicial" de al menos 23 palestinos y la detención y tortura de decenas más.
Tal y como ha explicado Philip Luther, director del Programa de Amnistía Internacional para Oriente Medio y el Norte de África de AI, "las fuerzas de Hamás" aprovecharon el contexto de la guerra "para saldar despiadadamente cuentas, perpetrando homicidios ilegítimos y otros abusos graves". Cabría preguntar al responsable de Amnistía qué homicidios podrían considerarse legítimos.
La ONG asegura que los crímenes descritos en el informe "constituyen crímenes de guerra" y que "tenían por objeto tomar venganza y sembrar el terror en toda la Franja de Gaza".
Un aspecto muy importante es que el informe certifica que en lugar de hacer valer la justicia, "las autoridades y los líderes de Hamás fomentaron y facilitaron estos terribles delitos contra personas indefensas". Además, destaca que no ha habido ni una sola condena por estos hechos.
Casos escalofriantes
El informe relata detalladamente algunos casos especialmente escalofriantes, como el de Atta Najjar, ex agente de policía de la Autoridad Palestina que había sido detenido en 2009 y sufría una discapacidad mental y cuyo hermano explica el estado en el que encontraron su cuerpo:
"Su cadáver presentaba marcas de tortura y disparos de bala. Tenía fracturadas las piernas y los brazos, (…) el cuerpo estaba como si te meten en una bolsa y te destrozan a golpes". Además, "estaba acribillado a balazos, alrededor de 30 y tenía marcas de carnicería alrededor del cuello, marcas de cuchillo".
Otro relato especialmente escalofriante lo cuenta el hijo de Sabir al-Zain: "Mi padre fue brutalmente torturado. Fue algo horrible. Le rompieron los dos brazos, lo quemaron vivo en una estufa. Cuando identifiqué su cuerpo, estaba roto. Fui la única persona de mi familia capaz de verlo".