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Estado Islámico, a días de perder Mosul, la joya sobre la que edificó su califato

Los militares del Ejército de Irak controlan el 98% de la ciudad. Los terroristas están atrincherados en dos barrios.

Los militares del Ejército de Irak controlan el 98% de la ciudad. Los terroristas están atrincherados en dos barrios.
Combates en la Ciudad Vieja de Mosul. | Cordon Press

Hubo un tiempo, hace no mucho, en el que la dominación de Estado Islámico sobre Mosul parecía inquebrantable. Los terroristas se mostraban extraordinariamente fuertes y ampliaban sus dominios en Irak a base de incursiones que hacían huir a los del Ejército iraquí como si se tratase de niños, pese a que estaban mejor armados y contaban con buenos medios. Eran tiempos donde el califato del terror parecía imbatible para el Gobierno de Bagdad.

La situación ha cambiado como lo hace el cielo de la noche al día. No sólo porque los terroristas están perdiendo terreno a marchas forzadas tanto en Irak como en Siria, sino también porque la joya del califato está a punto de ser liberada de su yugo infernal. Predecir con exactitud cuándo será el día clave es complicado, pues son diversos los factores que influyen en la toma de una ciudad, pero sí parece claro que la tercera ciudad de Irak afronta sus últimos días en manos de los terroristas.

Hace unos días, el portavoz del Comando de las Operaciones Conjuntas de las Fuerzas Armadas iraquíes, general de Brigada Yahya Rasul, afirmaba que ya se había conseguido liberar el 98 por ciento de la ciudad y que los terroristas sólo controlaban 12 kilómetros cuadrados. El jueves, el portavoz de la coalición internacional contra Estado Islámico, el coronel norteamericano Ryan Dillon, rebajaba la cifra de 10 kilómetros cuadrados.

Los fieles al califato del terror se mantienen atrincherados en dos barrios de la Ciudad Vieja, una zona dénsamente poblada y llena de callejones, donde los combatea calle por calle son cainitas y los bombardeos aéreos de la coalición internacional son menos efectivos. Allí se encuentra la famosa mezquita de Al Nuri, donde el líder de Estado Islámico, Abu Bakr al Baghdadi, declaró el califato en verano de 2014.

En los últimos días se ha lanzado a través de medios aéreos diversos mensajes a la población civil que todavía se encuentra en zonas controladas por los yihadistas. El primero es que permanezcan en sus casas durante los combates y que esperen allí a que las tropas iraquíes recuperen sus calles, momento en el que se les habilitará un corredor humanitario para que pueden abandonar la ciudad hasta que la liberación sea completa.

El otro mensaje es que se pide a las mujeres que viven en zonas ocupadas que no usen ni burka ni niqab, prendas que les mantienen en el más estricto anonimato, para evitar facilitar a los terroristas que se camuflen con esa prensa para atacar a las tropas iraquíes. Una petición que se ha convertido en prohibición en el Mosul liberado, donde no se permite utilizarlo para evitar ataques suicidas de los partidarios del EI, según informa el diario local Al-Masdar News.

La liberación total de la ciudad puede ser cuestión de días o de unas semanas, lo que parece razonablemente poco tiempo teniendo en cuenta que Mosul Este -la zona de la ciudad situada en la orilla este del Tigris- se liberó en enero de este año, que el primer soldado iraquí puso pie en el término municipal de la ciudad hace ocho meses -el 31 de octubre de 2016- o que la ofensiva para liberar la ciudad se inició hace ya nueve meses.

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