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'Uncharted' es la referencia para los videojuegos... y el cine

La afición a los videojuegos de algunos cineastas está provocando que el ocio digital influya en las películas.

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Steven Spielberg y Peter Jackson son confesos jugones. El primero fichó por Electronic Arts y el segundo por Microsoft, para ayudar a ambas compañías con algunas de sus nuevas creaciones. No es que de aquellas colaboraciones saliera nada que revolucionara la industria, pero sí demuestran hasta qué punto están interesados por el ocio digital. Y no me cabe duda de que su afición por los videojuegos está influyendo en sus trabajos como cineastas.

El otro día fui al cine a ver Las aventuras de Tintín: el secreto del unicornio –la versión 2D, gracias–. Se trata de la primera entrega de la saga. En este caso, con Spielberg en el papel de director y Jackson en el de productor. En la secuela sucederá al contrario. Dentro de la sala, asistiendo a esa orgía digital de espectaculares planos imposibles que ofrece esta entretenida película, lo vi claro: si las escenas de acción de este nuevo cine de aventuras tienen un referente, no es más cine, son los videojuegos.

Las persecuciones, los saltos, los aviones, el mar, el desierto, los tiroteos... cualquiera que viera la película y sea amante del ocio digital debería haber visto reflejado en los fotogramas de la producción de Amblin un título: Uncharted. Por supuesto, no desde un punto de vista argumental, sino en la puesta en escena.

La obra de Naughty Dog evidentemente toma prestadas situaciones, papeles y clichés de películas de aventuras como la mismísima Indiana Jones o la mucho menos determinante La momia. Sin embargo, en cuanto a escenas de acción y fotografía, es Uncharted, con su estilo tan cinematográfico, la obra que está sentando las bases de las aventuras de acción.

El impresionante despliegue gráfico de Tintín ofrece unas escenas que difícilmente habrá visto nadie en otra película. Básicamente porque son imposibles fuera de un entorno virtual.

Sin embargo, el ojo de un jugón ya ha visto cosas así. Naughty Dog las ha ido perfeccionando secuela tras secuela. Basta ya de que sea siempre el cine el espejo en el que se miran los videojuegos y démonos cuenta de que el cine también se está mirando en el ocio digital. Siendo justos, no hay nada en Tintín que no hayamos visto en Uncharted. Este es el gran valor de la obra de Naughty Dog en el género de las aventuras, dentro y fuera de las consolas. Es, como, como reza el título de esta crítica, la referencia.

Esta valoración viene a cuento del lanzamiento de la tercera entrega de Uncharted, La traición de Drake, que acaba de llegar a PlayStation 3. Se trata de una secuela que sigue muy de cerca los pasos de las dos primeras entregas, con un desarrollo muy similar y una duración de unas 10 horas en su campaña individual, a la que se suman el cooperativo y un multijugador entretenido, pero que desde luego no es la piedra angular del título.

Un conjunto redondo

Uncharted 3 es una aventura de acción en tercera persona que es pura artesanía. Combina los tiroteos con un sistema de cobertura "a lo Gears of War", los puzles integrados en el escenario "a lo Tomb Raider" y las plataformas "a lo Prince of Persia". También hay combates cuerpo a cuerpo que en esta ocasión son más emocionantes que nunca gracias, especialmente, a la irrupción de brutos a los que es casi imposible tumbar. ¿Os acordáis del gigantón con el que se pelea Indiana Jones en El Templo Maldito? Pues eso.

La maestría en la que Naughty Dog ha mezclado estos elementos no demasiado originales a lo largo de toda la saga garantiza la diversión. Quizá en esta entrega se han intensificado y variado los combates y tiroteos pero en esencia la experiencia es muy similar.

Son las alteraciones, los picos de acción que varían el desarrollo, la auténtica salsa de Uncharted. La cámara cambia, el ritmo se acelera, el escenario se destruye, el enemigo nos pisa los talones... Es en esos momentos cuando un desarrollo divertido consigue que se nos salga el corazón por la boca y graba en nuestra memoria "momentos de jugón". Estos momentos, que ya estaban presentes en las anteriores entregas son más numerosos y más vertiginosos.

Más allá del desarrollo, hay que poner en alza el guión. Como sus predecesores, Uncharted 3 es una historia de aventuras con un protagonista carismático, diálogos ágiles, escenarios de ensueño, tesoros escondidos, malos malísimos, amistad, traiciones, ilusiones... Esta nueva entrega es más coral que las anteriores y ofrece un guión aún mejor trazado, que mueve tan bien al jugador por el mundo, con unos giros, escenas de acción y ritmo tan bien llevados, que resulta difícil decir qué es mejor de Uncharted 3, el desarrollo del juego o la historia en sí.

La artesanía de Uncharted

Decíamos que Uncharted es pura artesanía. Naughty Dog ya lleva demostrando muchos años que sabe cómo usar la tecnología al servicio de la ambientación y la historia. Aún recuerdo con cariño las vibrantes texturas metalizadas, las fluidas animaciones y el amplio campo de visión del primera Jack & Daxter. Con el paso de los años han ido perfeccionando su buen hacer.

Uncharted 3 es quizá el juego más redondo técnicamente que haya en consola alguna. Es tan "humano", tan real, que consigue que olvidemos que estamos ante monigotes virtuales y realmente disfrutemos de la historia, no solo cuando llegan las secuencias sino también mientras movemos a Nathan Drake, el protagonista, por los escenarios y escuchamos sus chascarrillos.

Todo esto no es solo consecuencia únicamente de un sólido motor gráfico gracias al cual los escenarios y personajes resultan creíbles –por su construcción y destrucción, nivel de detalle y calidad de texturas–. La clave es la atención de Naughty Dog por los detalles.

Como lleva haciendo desde la primera entrega, el estudio emplea un sistema de animaciones que combina la animación manual más exhaustiva –para rostros y movimientos dentro del nivel– y la captura de movimientos –para las secuencias cinemáticas–. Los planos de acción siempre son los más adecuados y espectaculares, el doblaje al castellano es sencillamente perfecto y la banda sonora consigue ponernos los pelos de punta. Es una creación redonda.

Conclusión

Uncharted 3 no es solo uno de los mejores videojuegos que existen en cuanto a diversión y calidad técnica. También es un referente para el cine y los videojuegos de acción, gracias a la puesta en escena que plantea, imposible fuera del mundo digital. La referencia a Tintín inicial quiere ser una llamada de atención a cómo un videojuego lleva haciendo y perfeccionando años lo que ahora Spielberg y Jackson llevan al cine.

No hacen falta notas numéricas para calificar la mejor entrega de una de las sagas más importantes de los videojuegos: Uncharted es el espejo en el que se deben mirar todas las aventuras. De cualquier pantalla.

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