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La prepotencia del "monarca absoluto" Bautista

La investigación sobre al SGAE concluye que acumuló un exorbitante poder y que desnaturalizó "invadiendo el terreno inmobiliario" la razón de ser de la entidad

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La investigación sobre al SGAE concluye que acumuló un exorbitante poder y que desnaturalizó "invadiendo el terreno inmobiliario" la razón de ser de la entidad

El juez de la Audiencia Nacional, Pablo Ruz, ya tiene sobre su mesa la auditoría externa de la SGAE realizada por encargo de la comisión gestora tras la intervención del magistrado del pasado verano. Desde el 1 de julio, muchas cosas han cambiado en la entidad de gestión de derechos, que afronta una renovación tras la salida de su presidente, Teddy Bautista, hoy imputado junto a José Luis Rodríguez Neri, el que fuera director de la filial SDAE. El informe llega a dos conclusiones básicas: la exorbitante acumulación de poder de Bautista y la desnaturalización de la verdadera razón de ser de la SGAE, enfrascada en dudosas operaciones inmobiliarias, sobre todo a raíz del impulso a la red de Teatros Arteria. Todo ello lo ha dicho el abogado y ex magistrado del Tribunal Supremo, Ramón López Vilas, encargado de la investigación interna, quien ha añadido una inquietante cifra, los 145 millones de euros en derechos de autor sin identificar.

El equipo investigador ha interrogado a 49 dirigentes de la SGAE, incluido su ex presidente, con quien se mantuvo una entrevista de doce horas el pasado 18 de noviembre. Quien no ha comparecido es Rodríguez Neri. Para Ramón López Vilas, "no se puede entender el funcionamiento de la SGAE sin un análisis de la personalidad de Teddy Bautista, que ha acumulado los poderes máximos después de treinta años en el cargo". Unos poderes máximos que ha llegado a comparar con los de "un monarca absoluto". Y para entender esa personalidad, los autores de la auditoría consideran esencial la buena imagen de Bautista entre unos autores que han visto cómo la recaudación por derechos de autor aumentó exponencialmente (de los 30 a los 300 millones) en las últimas décadas, aunque no ha dejado de haber quejas por el reparto de esa cantidad. Así se explica que fuera "el líder carismático indiscutido e indiscutible" que, en contra de lo que sería preceptivo, controlaba y nombraba a los miembros del Consejo Directivo, en vez de a la inversa. Algo que, a juicio de los investigadores, hay que reformar, así como un sistema electoral excesivamente "limitativo" ya que de los 90.000 socios apenas 8.000 tenían derecho al voto.

Las "incubadoras de talento"

En una intervención por momentos jocosa sobre Teddy Bautista, al que ha dicho recordar de su época en Los Canarios por ser de la misma generación, el abogado Ramón López Vilas ha señalado que el ex presidente de la SGAE sustituía el término teatros por el de "incubadoras de talento" para referirse a los centros de la red Arteria, que se extendieron por diversas ciudades españoles y también por Argentina, Colombia y México. Una inversión que, según la auditoría, "no estaba soportada en una estrategia previa con un plan de negocio que justificara económicamente la inversión" y que ascendió a los 255 millones en septiembre de este mismo año, 215 en España. Con la excepción del Teatro Metropólitan de Buenos Aires, que tiene unas rentabilidades positivas anuales de 300.000 dólares, el resto supone un auténtico lastre económico. Particularmente el Para-lel de Barcelona, del que la auditoría afirma taxativamente que "la recuperación de la inversión es imposible". Capítulo aparte merece la financiación de esa inversión, realizada por créditos bancarios por importe de 145 millones de euros de los que la SGAE daba garantías por valor de 137,3 millones. Sin embargo, el jefe del equipo investigador asegura que no puede precisar con qué activos se respaldaban esas garantías. Cabe pensar que con los propios derechos de autor de los asociados, que deberían haber sido preguntados al respecto.

Neri, el amigo "roquero"

De especialmente frívola ha calificado López Vilas la actuación de Bautista al contratar al otro imputado en la Operación Saga, José Luis Rodríguez Neri. Un fichaje del que quedó constancia escrita en un acta del 18 de febrero de 1998 en el que se relata cómo, tras hacer indagaciones en el mercado exterior, "se encontró a Microgénesis" la sociedad de la que era titular Neri. "Sólo faltaba que dijera: mi amigo Pepe Neri" ha afirmado irónico el responsable de la auditoria, que ha recordado cómo la relación entre esta persona y Bautista comienza cuando ambos "eran roqueros".

Lo cierto es que de 1997 a 2011 la SGAE ha transferido 71,4 millones de euros a su filial digital SDAE, de los cuales una gran parte los ha percibido directamente Microgénesis. Unos pagos que eran discutidos directamente entre Neri, con categoría de Director General, y el propio Bautista.

El que se mueve no sale en la foto

La auditoría sobre la SGAE dice lo siguiente sobre aquellos directivos críticos con la gestión de Teddy Bautista: "Eran apartados de los órganos de gobierno bien al perder la posibilidad de presentarse en la lista oficial, bien incluso perdiendo su condición de miembros del Consejo de Administración" y añade que la presidencia "se ejercía de forma muy agresiva con las posiciones no ya contrarias, sino meramente críticas, impidiendo el debate"

El equipo del abogado Ramón López Vilas ha cobrado de momento por esta investigación cerca de 60.000 euros, aunque la cifra final, asegura, "no llegará a los seis dígitos". Una cantidad inferior al caché de un abogado que ha intervenido en conflictos como el caso Urbanor o la impugnación de las elecciones del Real Madrid.

En sus recomendaciones finales, la auditoría aboga porque la SGAE asuma la transparencia como un principio esencial en la relación con los medios de comunicación. Sin embargo, ni el responsable de la auditoria ni los actuales gestores de la entidad han podido precisar el coste del trabajo de la consultora Ernst & Young, que ha participado igualmente en la investigación.

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