En esto, me temo, pasará como con los discos SSD en los netbooks. Los primeros modelos (Asus 70x/90x, Acer Aspire One 110) estaban basados en discos de estado sólido (memorias flash), más resistentes a los golpes y con menor consumo. Pero como la gente, sin entender el porqué de los discos SSD, pedía más capacidad de almacenamiento, los reemplazaron por discos duros. Ahora pasa lo mismo: muchos posibles compradores de libros electrónicos seguro que se están echando atrás porque el aparato “no es en color” (como si los libros de bolsillo estuvieran impresos a cuatro tintas). Y las editoriales, con tal de aumentar la cuota de mercado, satisfarán la demanda. Eso es más fácil que explicar el porqué de las cosas.
Lo podrán vender como e-reader o como lo que les plazca, pero si no usa tecnología de tinta electrónica no es un e-reader.