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'Fallout New Vegas', más que una expansión, menos que un juego nuevo

En 100 horas se pueden hacer muchas cosas. Podemos ver 50 películas, completar 12 jornadas laborales o incluso asistir a 66 partidos de fútbol. O jugar a Fallout New Vegas, ya que ese es el tiempo que tardamos en completar esta aventura, uno de los mejores juegos de 2010.

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Lo mejor:

  • La absoluta libertad en el desarrollo.
  • La estética, las misiones, la personalización...

Lo peor:

  • El motor gráfico se nota anticuado.
  • Recuerda demasiado a Fallout 3.

La llegada de Fallout 3 a finales de 2008 supuso una revolución. Tanto entre la crítica, que se rindió a la primera ante su calidad, como del público, que lo convirtió en un éxito de ventas. Con New Vegas la reacción ha sido la misma ya que no sólo se ha optado por repetir la fórmula sino que además se ha mejorado la experiencia de juego y la personalización.

La historia se enmarca en unos EE.UU. devastados debido a un ataque nuclear. Nos encontramos en la Costa Oeste, donde la New California Republic (NCR) trata de mantener una relativa normalidad. En el lado opuesto está la Legión, una facción ultra agresiva comandada por un tal Ceasar al que nadie parece conocer. Y justo en el medio de todo estamos nosotros, que no somos más que un humilde mensajero con la misión de entregar una ficha plateada en uno de los casinos de Las Vegas.

Pero algo sale mal y tres misteriosos (y horteras) personajes deciden que es mejor pegarnos un tiro en la cabeza. Tras ser rescatados por un robot, comienza la aventura.

El juego comienza en la casa del doctor que nos ha salvado la vida y como el disparo nos ha debido desfigurar bastante, nada mejor que un buen editor de personajes para decidir cómo de guapos queremos ser. Mediante una serie de cuestiones de cariz psicológico (sobre todo destinadas a los que no jugaron a Fallout 3), decidimos el carácter de nuestro héroe: más duro, con mayor inteligencia, sentimental... y repartimos los primeros puntos de experiencia en diferentes categorías.

A partir de este momento decidimos absolutamente todo lo que queremos hacer. Tan sólo contamos con un objetivo claro: es llegar hasta la conocida Strip de New Vegas y descubrir quién intentó matarnos. La forma en que lo consigamos queda a nuestra elección. En ningún momento tendréis la sensación de que es el juego el que os dice lo que debéis hacer o hacía dónde os tenéis que dirigir.

Lo mismo sucede con el desarrollo del personaje: es posible elegir, por ejemplo, si somos imbatibles en el cuerpo a cuerpo o por el contrario resultamos infalibles con un arma entre las manos. También debemos cuidarnos por dentro y por fuera: nuestro aspecto influye en la relación con otros personajes (por ejemplo en las negociaciones) y si no bebemos el personaje se deshidratará. También podemos cazar manjares como pinchos de ardilla o lagarto pero nuestro cuerpo se verá afectado por la radiación.

Mucha vida social

Si bien Fallout New Vegas transcurre en su mayor parte en escenarios desérticos y vacíos, las relaciones con el resto de personajes son cruciales. De entrada, la Nueva República de California está dividida en facciones enemigas entre sí, lo que provocará que a menudo nos ataquen por la espalda o nos veamos envueltos en salvajes tiroteos.

Aunque si nos ganamos su confianza, llegaremos a recibir apoyo en disputas con bandas rivales. Es posible contar con dos seguidores distintos: uno de tipo animal/robot y otro de tipo humano. Lo malo es que su inteligencia artificial deja mucho que desear, lo que provocará que en muchas ocasiones sea mejor ir de "llaneros solitarios".

También es importante con una buena red de comerciantes que nos provean de armas, munición y comida de "calidad" (con menos radiación). A cambio de dinero, claro. En New Vegas hay muchas formas de conseguirlo: registrando casas y cadáveres o apostando en los casinos de la Strip y jugando a la Caravana (un juego de cartas inspirado en el Blackjack).

Siguiendo con las relaciones sociales, nuestro karma irá cambiando dependiendo de cómo nos comportemos: si asesinamos a un inocente, perderemos puntos de karma bueno con consecuencias como que los habitantes de un pueblo nos reciban a patadas o nos traten como a un héroe.

La dificultad y la técnica

La principal diferencia con respecto a la anterior entrega es sin duda el modo difícil (o hardcore en la versión en inglés) que aparece en forma de mensaje cuando estamos a punto de salir al yermo para comenzar la historia.

Si decidimos optar por esta modalidad las cosas se complican mucho en todos los sentidos. Para empezar, los enemigos son mucho más certeros y agresivos, y para seguir, será bastante más complicado mantenernos en unos parámetros vitales adecuados: la deshidratación es más frecuente, la radiación nos afecta más y la capacidad de recuperación es prácticamente anecdótica. 

El resto de novedades las encontramos en un sistema de diálogos más eficaz y una capacidad de entablar relaciones, buenas o malas, más realista. En el mismo sentido encontramos más posibilidades de personalización de armas o del propio personaje.

Técnicamente está construido sobre el mismo motor que Fallout 3, con sus cosas positivas y negativas. Entre las positivas, que se ha usado el motor del que es uno de los mejores juegos de la década; entre las negativas, que han pasado dos años y se nota: los personajes se mueven de forma robótica y la inteligencia artificial es muy limitada.

Gráficamente, el estilo visual es parecido al del cine de los años 40 ó 50, como de película gastada, lo que le confiere un encanto particular. Algo a lo que contribuye mucho la forma en que se usa la luz, con unos tonos muy pálidos y unos atardeceres impresionantemente bien conseguidos.

En el apartado sonoro, seguimos en la línea de Fallout 3: bien optamos por jugar en silencio, con el sonido ambiente; bien sintonizamos alguna de las radios que emiten en NCR. La música se inspira igualmente en clásicos antiguos, culminando un trabajo de ambientación excepcional. Sin embargo, al cabo de un rato las canciones y las intervenciones del locutor terminan repitiéndose.

Conclusión

New Vegas bien podría haber sido una enorme expansión de Fallout 3. Una expansión desmesurada, bastante mejorada y con mucha entidad propia, pero expansión al fin. Sin embargo, los chicos de Bethesda se han empeñado en que no sea así. El juego supera de nuevo las 100 horas de duración y el universo creado es casi infinito por lo que las posibilidades son tantas y tan diferentes como personas lo jueguen. Podría haber evolucionado más técnicamente o contar con una historia más original en cuyo caso podríamos estar ante uno de los juegos del siglo. Si disfrutasteis de Fallout 3 vais a disfrutar aún más de New Vegas, mientras que si no lo hicisteis esta es la ocasión perfecta para introduciros en una saga que parece no tener límites.

Notas

Gráficos

Aunque los escenarios son impresionantes, los elementos que los pueblan se repiten demasiado. Los movimientos resultan muy robóticos y las animaciones son mejorables.

8

Sonido

Se echa de menos una BSO más variada aunque la opción de ir escuchando las distintas emisoras de NCR es muy interesante.

8

Diversión

Es difícil valorar este aspecto al 100% porque la experiencia de cada jugador será distinta. Aún así las más de 100 horas de juego y sus infinitas posibilidades quitan el aliento.

9,5

Total

Aunque recuerda demasiado a Fallout 3, el juego es increíble. La sensación de libertad lo inunda todo y el resultado es un título inmenso, de buena factura técnica y con una gran historia.

9

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