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Final Fantasy XIII, la obra maestra de Square Enix

Xbox 360 ha vestido sus mejores galas para el recibimiento de Final Fantasy XIII, la primera entrega "no online" de la franquicia que llega a la consola de Microsoft... y la verdad es que no pudo esperar a una mejor ocasión, pues Final Fantasy XIII es un auténtico juegazo.

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Xbox 360 ha vestido sus mejores galas para el recibimiento de Final Fantasy XIII, la primera entrega "no online" de la franquicia que llega a la consola de Microsoft... y la verdad es que no pudo esperar a una mejor ocasión, pues Final Fantasy XIII es un auténtico juegazo.
Tras haber analizado la versión PS3 de la nueva obra de Square Enix, arrancamos este análisis de la versión Xbox 360 hablando de su apartado técnico, pues es aquí donde se encuentran las únicas (y pequeñas) diferencias entre ambas versiones.

El apartado técnico de Final Fantasy XIII podríamos definirlo como francamente espectacular. Sé que el término sublime podría sonar excesivo, pero basta con ver el detalle de las caras de los protagonistas (sobre todo Lightning) o ver el encanto que tiene cada uno de los escenarios que nos encontraremos en la aventura para alabar todo lo relacionado con el apartado gráfico de lo último de Square-Enix.

Como decía, los rostros de los personajes son geniales y bastará con que intentemos acercar un poco la cámara a sus caras para ver que lucen de forma casi tan espectacular como la que podemos ver en las escenas de vídeo, que por cierto, ya aprovecho para decir que son impresionantes.

El diseño artístico de Final Fantasy XIII es el otro punto donde el juego desata todo su esplendor, con algunos escenarios realmente para enmarcar, como por ejemplo el del Lago Bresha, que aparece como un lago cristalizado. Con respecto al diseño de los personajes, se aprecia una mayor occidentalización, aunque aún se ven estigios de lo que fue el cambio estético allá en 1998 con Final Fantasy VIII. Con respecto a los enemigos, la definición es exactamente la misma: brillante.

Dicho esto, y antes de entrar en las odiosas comparativas, el apartado gráfico de Final Fantasy XIII es, sin lugar a dudas, de lo mejor que os encontraréis dentro del catálogo de Xbox 360. Si entramos ya a comparar con la versión de PlayStation 3, poniendo una pantalla al lado de la otra, se pueden notar algunas pequeñas imperfecciones en la versión de 360, como unos bordes ligeramente más dentados, en los vídeos se nota una pequeña bajada de calidad y, muy de vez en cuando, se nota alguna que otra ralentización. Y ya.

Si somos sinceros, se le ha dado demasiada importancia al tema de comparar ambas versiones. Las diferencias no dejan de ser nimiedades y no deslucen en ningún momento el gran trabajo que ha realizado Square Enix, tanto en PS3 como en Xbox 360. Así que si eres usuario de la consola de Microsoft, tranquilo, se ha hecho una versión a la altura de las circunstancias, a la altura de lo que es un Final Fantasy XIII.

Donde sí se nota un poco más la diferencia es en los tiempos de carga, algo más largos en Xbox 360, aunque existe la posibilidad de instalar el juego en el disco duro, lo cual soluciona, en parte, este detalle.

En cuanto a contenidos, ambas versiones son exactamente iguales, así que, empecemos.



Salvemos el Nido

La primera secuencia de vídeo de Final Fantasy XIII nos muestra la grandiosidad de su apartado gráfico y los vistosos escenarios. Poco tardaremos en empezar a disfrutar de la acción, pues enseguida conoceremos a dos de los protagonistas de esta épica aventura: Lightning y Sazh. Ambos van en un tren junto a más personas siendo todas elegidas para participar en La Purga. Este fenómeno parece consistir en el exilio de los menos afortunados de El Nido y otras localidades hacia Paals. Evidentemente, Lightning no dejará escapar la oportunidad de enfrentarse a los guardias e iniciar una revuelta en el Nido que acabará enfrentando al ejército PSICOM y a los rebeldes que pretenden escapar de su negro futuro.

En este contexto conoceremos a otros tres personajes: Snow, Vanille y Hope. El primero es un miembro del equipo NORA que intenta liberar de la opresión a aquellos que iban a participar en La Purga, mientras que Vanille y Hope son dos adolescentes que se verán envueltos en esta trama sin comerlo ni beberlo.

Más adelante se descubrirá que Lightning y Snow tienen una importante persona en común, que dará pie a toda la aventura. En su búsqueda, terminarán metiéndose con el Fal’Cie de Paals (que vendría a ser algo así como una deidad con presencia terrenal). Tras este enfrentamiento, todos los protagonistas tendrán que afrontar un destino nuevo que les llevará a vivir mil y una aventuras con un simple objetivo: salvar el Nido.

La trama argumental es mucho más densa, compleja y madura de lo que habíamos visto hasta este momento. Nos puede recordar en parte a otras aventuras de carácter más serio como Final Fantasy VII, aunque en esta ocasión se puede apreciar un toque más próximo a la fábula por el entorno en el que se desarrolla. Buena parte de la mayor madurez de la historia se debe al definido carácter de cada uno de los personajes, cuyas inquietudes y motivaciones son algo más profundas de lo visto en otras entregas. Lightning y Snow parecen moverse únicamente para salvar a esa persona tan especial; Sazh simplemente intenta sobrevivir, aunque también ha perdido a alguien especial; Hope intenta mostrarse lo más duro posible para sobrevivir a la dura aventura y a la pérdida de su madre; y Fang, que viene a ser la "hermana mayor" de los más débiles. Sin embargo, Vanille es un personaje despreocupado, que tiende a trivializar sobre alguno de los acontecimientos más importantes de la trama y que no aporta mucho a la carga emocional del título. Personalmente, es el personaje que menos me ha atraído de todos ellos.

Para completar, hay una nómina de personajes secundarios estupenda, tanto en lo referente a aliados nuestros como al bando enemigo. Además, con el paso de las horas iremos profundizando más en los héroes de Final Fantasy XIII, conociendo más detalles de su pasado, que nos terminarán por resolver algunas dudas sobre su personalidad o motivaciones.

Jugabilidad

Para un servidor, Final Fantasy XIII comparte el título de mejor Final Fantasy junto al endiosado Final Fantasy VII y del excepcional Final Fantasy VI, aunque todos ellos son muy diferentes entre sí. De hecho, me atrevería a decir que la entrega que hoy nos ocupa se aleja en bastantes conceptos de los habituales en la saga. Esto puede provocar cierta confusión o desconcierto entre la comunidad de fans de Final Fantasy, pues seguro que todos se esperan un nuevo sistema de combate y un nuevo sistema de habilidades... pero que se sustente bajo los mismos pilares de siempre. Esto querría decir que se ofreciese un mundo libre para explorar a nuestro gusto, un sistema de progresión de los personajes que los lleven desde el nivel 1 hasta el 100, algún que otro minijuego atractivo y la historia de un héroe despreocupado o ensimismado que acabe salvando el mundo.

Todo esto se pudo ver en anteriores Final Fantasy, pero la edición número 13 pasará de buena parte de estas convenciones para labrarse el camino por sí mismo. Muchos dirán que para haber hecho esto, mejor le hubieran cambiado el nombre, pero también es de recibo comentar que hay un montón de referencias al universo Final Fantasy (chocobos, muchos de los enemigos son ya míticos en la saga, algún que otro personaje que se llama igual que los héroes de pasadas entregas, etc.).

Vamos a empezar. Lo primero que os chocará es que los héroes de la aventura no recibirán puntos de experiencia. No hay niveles para su desarrollo, así que id olvidándoos de intentar llegar al nivel 100 con todos ellos, pues no existe dicha opción. En Final Fantasy XIII la única forma de mejorar a nuestros personajes es mediante el Cristarium, una especie de árbol tecnológico que nos permitirá ir desbloqueando mejoras para nuestros atributos (del estilo Fuerza +4 o Vitalidad +20) y obteniendo nuevas habilidades (como Piro, Escudo, Ataque Ruina, etc.). Para avanzar en el Cristarium, bastará con utilizar los puntos de cristal que obtenemos al final de cada combate.

A su vez, vemos que cada personaje puede optar por diferentes caminos para su desarrollo, pues existen diferentes roles que varían las habilidades de cada uno de ellos. A continuación os dejo una breve descripción de cada uno:

Castigador: El personaje que adquiera este rol se centrará en los ataques físicos al enemigo. Ideal para aturdir lo más rápido posible a los rivales.
Fulminador: Tiene una función similar al castigador, aunque los ataques que realiza son mágicos.
Protector: Provoca a los enemigos para que éstos se centren en atacarle a él, desviando la atención sobre el resto de miembros del equipo, que podrán desenvolverse a placer.
Sanador: Como su propio nombre indica, su faceta se centra más en la curación del resto de miembros del equipo que en atacar...aunque también puede hacer algo de daño.
Obstructor: Su función es la de alterar el estado de los enemigos con hechizos, para que así sean un blanco más sencillo de matar.
Inspirador: Su acometido es el de potenciar los atributos y habilidades del resto de compañeros.

Con todos estos roles ya nos podemos hacer una idea de la profundidad táctica que tendrá Final Fantasy XIII, que es mucho mayor de lo que habíamos visto en la numeración básica de esta saga. Para sacar el máximo rendimiento a nuestros personajes, deberemos de estudiar bien cuál es la formación más adecuada para cada momento y guardar aquellas configuraciones que mejor resultados puedan darnos. Pronto nos daremos cuenta de que hay tríos como el de castigador + protector + fulminador que funcionan a las mil maravillas, aunque si el combate transcurre de una forma imprevista, siempre podremos presionar LB y cambiar el rol de alguno de los tres personajes.

Llega el momento de ahondar en el excelente sistema de combate que nos ofrece Final Fantasy XIII. Para empezar hay que decir que los enemigos aparecen en el mapa, y únicamente entraremos en combate si chocamos contra ellos. Esto da bastante juego, pues si nos acercamos sin que nos vean iniciaremos el combate con un ataque sorpresa que los dejará al borde del aturdimiento. También se pueden utilizar una serie de objetos, llamados vapores, que nos permitirán iniciar dicho combate ejecutando un ataque sorpresa o un aumento temporal de nuestros atributos.

Los combates transcurren por turnos, donde la barra BTC cobrará un especial protagonismo. Dicha barra se divide en varias porciones, pudiendo encadenar tantos ataques como nos permita, aunque hay que tener en cuenta que hay ataques más potentes que ocupan dos o tres porciones de la misma barra. Además, no hace falta que esperemos a que el indicador llegue al máximo para ver cómo nuestro personaje golpea al enemigo, pues bastará con que se haya rellenado una de las porciones y pulsemos el triángulo para lanzar un ataque.

La mayor novedad del nuevo sistema de combate tiene que ver con la barra de aturdimiento de los enemigos. Todos empezarán con un indicador de vida que irá disminuyendo conforme vaya avanzando el combate y una barra de aturdimiento, que crecerá con cada golpe que le asestemos. Esta barra irá menguando si dejamos de atacarle, pero si conseguimos rellenarla por completo, lo aturdiremos, con lo que el porcentaje de daño que le podremos hacer pasará del 100-130% a un 230-600%. Esto nos obligará en muchas ocasiones a aturdir al enemigo para poder matarlo, porque de otra manera resultaría casi imposible.

Esto me lleva a hablar de la dificultad de Final Fantasy XIII, que no será un simple "machacabotones" en el que bastará con escoger el comando atacar, magia o invocación para acabar con el rival. Aquí habrá que estudiar bien qué movimiento es el más apropiado, pues muchas veces nos encontraremos con la tesitura de tener que atacar de forma inminente para que así la barra de aturdimiento se complete o de tener que escoger entre intentar un último ataque antes de curar al resto del equipo, etc.



Otro elemento llamativo son las Habilidades PT, que consumirán una serie de puntos tácticos, que conseguiremos rellenar a base de participar en más y más combates. Al principio solo tendremos libra (que nos permitirá conocer las debilidades y vitalidad de nuestros enemigos), pero pronto desbloquearemos las invocaciones de Final Fantasy XIII, que aquí se llaman eidolones. Para conseguirlos, tendremos primero que derrotarlos de una manera un tanto especial, pues hay un tiempo límite para hacerse con ellos, teniendo que desarrollar la empatía necesaria para que él acepte estar bajo nuestras órdenes. Para ganar la empatía de algunos habrá que golpearlos lo más fuerte posible, a otros les impresionaremos si únicamente nos protegemos, etc.

Una vez que estén a nuestro servicio los podremos invocar, aunque a diferencia de anteriores entregas, aquí podremos manejar a las invocaciones para escoger entre los diferentes ataques y así causar el daño al rival como más rabia nos dé (que por cierto, son muy "burros" los ataques de los eidolones). Cada personaje tendrá un eidolón asociado, y únicamente os diré que de Lightning será Odín. También habrá más caras conocidas, aunque os dejaré descubrirlas por vosotros mismos.

Para zanjar el tema de los combates, vemos que al final de cada uno sale una pantalla con un ranking (de 1 a 5 estrellas) que nos evalúa nuestra forma de pelear. Es muy importante conseguir el mayor número de estrellas, pues así podremos acceder a un mayor número de objetos.

Por todo esto, se observa que los combates de Final Fantasy XIII han ganado mucho en dinamismo, espectacularidad, diversión y desafío, colocándose muy por encima de lo visto en anteriores entregas...aunque yo creo que lo más apropiado es decir que ofrece un sistema de combate muy diferente. Ahora los combates son mucho más interactivos.

Pasemos a hablar ahora de la IA, que responde a la perfección, pudiendo incluso decir que ahora los combates son mucho más duros que en anteriores entregas. Por otra parte, hay casos curiosos como ver combates a tres bandas, pues hay veces en los que los protagonistas de la aventura se encontrarán con dos grupos de enemigos que ya están peleando entre sí. Nosotros podremos aprovechar esta disyuntiva para mermar poco a poco las fuerzas de ambos bandos, para luego asestar un golpe definitivo que termine con todos muertos.

Sin embargo, ha habido un pequeño detalle de la IA que no me ha terminado de convencer, y es que si nos divisan en el mapa irán a por nosotros, aunque bastará con alejarse unos pocos metros para que se olviden de nosotros. Luego bastará con acercarse mientras nos den la espalda y así iniciaremos el combate con ventaja, por medio de un ataque sorpresa.

Volviendo al desarrollo de los personajes, vemos que hay un elemento que complementa al ya citado Cristarium: el desarrollo de las armas. En las terminales de guardado de partida podremos acceder a diferentes tiendas y talleres. En los primeros podremos hacernos con objetos, armas, etc. Sin embargo, lo más interesante es el taller, que nos permitirá mejorar las armas de las que ya disponemos si tenemos los materiales adecuados. Así nuestra arma irá ganando puntos de experiencia hasta conseguir subir de nivel, con la consecuente subida de puntos de daño que puede causar. Esto también lo podremos hacer con todo tipo de armaduras y accesorios, siendo una medida que aumenta una barbaridad la profundidad de juego. También podremos desmontar todo tipo de equipamiento para obtener nuevos objetos.

Hasta aquí todo ha ido sobre ruedas, mostrando una gran evolución con respecto a las entregas anteriores. Sin embargo, hay determinados asuntos que pueden lastrar la jugabilidad. Por una parte está el tema de la discutida linealidad. Yo no voy a discutir que Final Fantasy XIII no es lineal, porque sería mentiros. Lo que sí os digo es que la linealidad en sí no es el mal endémico de los videojuegos, el problema es el agotamiento que suelen causar los mecanismos de juego ante una constante linealidad, aspecto que no le ocurre a Final Fantasy XIII, pues mantiene viva la llama de la diversión y la emoción de principio a fin. Puedo entender que haya gente que hubiera preferido tener una mayor libertad, aunque repito que mayor sensación de libertad no es igual a mayor diversión. Además, no sé cómo habría podido quedar la trama argumental si se hubiera ofrecido un mundo entero a explorar.

De todas formas, el juego incorpora un buen número de misiones secundarias, que nos permitirá exprimir al máximo las posibilidades del juego. Son muy divertidas, aunque buena parte de ellas son realmente complicadas, pues nos suele enfrentar a enemigos muy duros.

Ahora trataré el tema que, a mi modo de ver, más perjudica a Final Fantasy XIII, y es que no hace todo lo que podría por enganchar al jugador. Durante los primeros compases del juego, las sensaciones que deja son un tanto tibias, pues no hay forma de mejorar a nuestro personaje (el Cristarium no aparece de mano), nos pasaremos unas cuantas horas hasta que el juego nos deje escoger el grupo que queramos o mismamente los eidolones tardan en salir un poco más de la cuenta. No es un defecto grave, simplemente afectará a aquellos más impacientes que esperen que el universo de Final Fantasy XIII se abra ante ellos desde el minuto 1, cosa que no ocurrirá, pues incluso pasadas las cinco horas de juego seguiremos recibiendo algunos pequeños tutoriales que nos ayudarán a resolver algunas situaciones.

Música/Sonido

Si el apartado gráfico es sublime, poco menos podría decir del apartado sonoro. La banda sonora es una de las mejores que recuerdo de un Final Fantasy, que mezcla con sumo acierto las melodías pegadizas que solemos tararear cuando dejamos jugar con algunos elementos de música culta como el uso de la melodía del piano durante los combates contra los jefes finales. Me ha fascinado, y seguramente terminaré comprando la BSO. Además, en un intento por aproximar más el producto a Occidente, se ha incluido una canción de Leona Lewis como tema principal.

Con respecto a los efectos de sonido hay que decir que cumplen más que de sobra con su cometido, mientras que el doblaje al inglés es excelente.

Edición Española

Final Fantasy XIII viene con textos de pantalla y manual en perfecto castellano. Las voces permanecen en inglés, aunque la excelente labor llevada a cabo con la traducción de los textos de pantalla conseguirá que nos enteremos de todo.

Conclusión

A pesar de que algunos lo puedan tachar como la "oveja negra" de la familia, Final Fantasy XIII ha conseguido encontrar su camino hacia la gloria sin tener que revivir algunas de las ideas de anteriores títulos. Ofrece el mejor sistema de combate que se recuerde en un Final Fantasy, un sistema de desarrollo de personajes tremendamente adictivo (que nos permitirá desarrollar a los héroes hacia donde más nos guste) y un profundo sistema de armamento y accesorios.

Al principio deja unas sensaciones un tanto "frías", aunque por fortuna para todos este sentimiento acaba desapareciendo, dando lugar a uno de los desarrollos más divertidos y adictivos que he tenido el placer de jugar en los últimos años. De hecho, puede que más de uno de los que tienen alergia a los J-RPG podría acabar enganchado, pues es bastante diferente a lo visto hasta ahora. Seguro que algunos habrían preferido tener más libertad de movimiento, pero un gran juego no es grande si no genera un poco de polémica, y las apuestas valientes como estas siempre tendrán detractores, aunque a mí me ha parecido un juego excepcional.

Quizá si hubiese salido bajo otro nombre se habría librado del estigma de "es muy lineal", puesto que al ser un Final Fantasy, todo el mundo concibe que tenga que ofrecer un amplio mundo a explorar por el que tener combates aleatorios. Sin embargo, os invito a que os olvidéis de todo lo anterior y lo disfrutéis como se merece, como una entrega totalmente diferente de lo visto hasta ahora.

Lo mejor: El sistema de combate, que es el mejor hasta la fecha en la saga. El apartado gráfico. El apartado sonoro. Es duradero como pocos. La historia es francamente buena y se apoya en el excelente diseño artístico para convencer definitivamente al usuario.

Lo peor: Le cuesta arrancar. Algunos echarán en falta más libertad de movimiento. Algunas ligeras imperfecciones a nivel técnico respecto a la versión de PS3, pero que en ningún momento empañan el sobresaliente resultado final.

Historia: 9.5
Jugabilidad: 9
Multijugador: --
Gráficos: 9
Música/Sonido: 10
Edición Española: 8

Nota final: 9’5

En Tecnociencia

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