La SGAE asegura que el demandado permitió que se entrara en su casa

LD (Daniel Rodríguez Herrera) Según explica la SGAE, "existe una tergiversación de los hechos mediante la cual el infractor aparece como parte perjudicada y el autor lesionado como verdadero villano cuando lo único que trata es de defender es legítimamente sus derechos".

El Juzgado de lo Mercantil de Huelva ya había ordenado el cierre cautelar de dos de los sitios web de Juan José Coronel, responsable de webs como Bajui.com, EliteTorrent.net o ETMusica.com., a raíz de una denuncia de la SGAE por la "explotación masiva, ilegítima y con ánimo de lucro de miles de canciones" en esas dos webs, "con más de 20 millones de visitas". Algo confirmado por el propio Coronel en su blog.

Es el mismo juzgado el que solicita "los discos duros de los ordenadores en los que se encuentran almacenados y desde los que se administran los sitios web elitemula y etmusica". Lo que sucedió este martes es que "se llevó a efecto la prueba acordada mediante una orden judicial del 20 de febrero de 2009 que concluyó mediante la entrega voluntaria por parte del dueño del disco duro". De hecho, el representante de la SGAE que se ha puesto en contacto con este periodista asegura que es "falso" que se inspeccionaran los demás ordenadores o se quisieran requisar más discos duros aparte del que el demandado entregó voluntariamente. "Todo lo demás es manipulación", asegura.

No obstante, según asegura 20minutos.es, el acta de lo sucedido asegura que "habiendo visto el perito informático la identificación de los discos duros existentes (ver total de seis) considerado que desde el resto también se podía acceder a estas paginas webs el demandado se niega a la entrega de los mismos". También que el demandado se negó a firmar el acta.

En definitiva, parece claro que entraron en casa de Juan José Coronel sin orden, así como que éste los dejó entrar. En esto están de acuerdo ambas versiones. Sin embargo, según el propietario, fue engañado por la comisión judicial, que le dio a entender que tenían una orden para hacer un registro, cuando sólo la tenían para exigirle la entrega del disco duro que finalmente se llevaron.