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Las academias de la lengua española aceptan "chatear" y rechazan "attach"

La semana pasada se reunieron en México representantes de todas las academias de la lengua española para elaborar el Diccionario Panhispánico de Dudas del Español. Los académicos se mostraron convencidos de que este idioma terminará siendo el segundo más utilizado en Internet.

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(Libertad Digital) Los académicos presentes en México aceptaron el uso de "chatear", aunque acompañado de otros términos aceptables como "cibercharla" o "ciberconversación", según ha informado la agencia Efe. Sin embargo, se opusieron a la utilización de otros anglicismos relacionados con la Red. Los encargados de la elaboración del Diccionario Panhispánico de Dudas del Español rechazaron "attach" para referirse a los archivos que acompañan a un mensaje enviado por Internet, y propusieron como sustitutas "adjunto" o "nexo".

El vicedirector de la Real Academia Española (RAE), Gregorio Salvador, dijo que en la medida en que más hispanohablantes se conviertan en usuarios frecuentes de Internet, mayor será la penetración del español en ese medio de comunicación. Salvador declaró en referencia a la Red: "Acabaremos siendo la segunda lengua del mundo (en la Red)".

Salvador dijo de que Diccionario de Dudas "no admite ni deja de admitir" términos, sino que sugiere alternativas a algunas palabras utilizadas pero no recomendables en la lengua. "Lo que se pretende es dar un juicio sobre palabras que pueden plantear problemas", recalcó. El vicedirector de la RAE elogió el trabajo realizado en la última semana buscando alternativas a miles de palabras, muchas de ellas extranjerismos, con los representantes de las veintidós Academias de la Lengua del ámbito hispanohablante. Así términos como "airbag" son rechazados por la gran mayoría en favor de "bolsa de aire".

Para Joaquín Segura, representante de la Academia Norteamericana de la Lengua Española, el campo léxico de los extranjerismos o barbarismos es de los más complicados de manejar por su fuerte penetración en el español. Este académico considera que pese a que la RAE ha sido muy receptiva y "se ha abierto de par en par" a tratar de conocer las opiniones de las demás academias españolas del mundo, el diccionario no va a satisfacer a todos. "En muchos casos lo que se hace es tomar una palabra en la que todos están de acuerdo. Luego vienen las alternativas de cada país, que usan su propia palabra", las llamadas "palabras base", que no siempre serán las españolas, declaró Segura.

Las propuestas aceptadas la semana pasada serán enviadas a la RAE, que podría ponerlas en Internet para conocer las opiniones de los usuarios antes de tomar una decisión definitiva sobre cada registro para el Diccionario de Dudas, que contendrá más de 7.000 registros. Hasta ahora, entre los extranjerismos hay un primer grupo de ellos "superfluos o innecesarios", que son aquellos "para los que existen equivalentes españoles con plena vitalidad o pueden encontrarse fáciles equivalencias en nuestro idioma". Entre éstos destacan "best seller" (debe decirse "superventas"), "hall" (lo correcto es "recibidor, entrada" o "vestíbulo"), "hobby" ("afición" o "pasatiempo"), y consideran que hay que decir "estiramiento" en lugar de "lifting"; "imagen" o "aspecto" en vez de "look"; "sobreventa" o "sobrecontratación" en lugar de "overbooking" y "patrocinador" frente a "sponsor".

En un segundo bloque, se sitúan los extranjerismos "necesarios o muy extendidos", como "gay", para los que no existen, o no es fácil encontrar, términos españoles equivalentes, "o cuyo uso está tan extendido que resulta ingenuo pretender su extirpación". En otras ocasiones, las academias prefieren "la adaptación de la grafía original para reflejar la pronunciación de acuerdo con el sistema gráfico español: el término inglés "baseball" debe escribirse "béisbol" o "beisbol" (así pronunciado en amplias zonas de América); también está "hippy" o "hippie" se convierte en "jipi".

Por último, hay algunos extranjerismos que están "asentados en el uso internacional con su grafía y pronunciación originarias" ("ballet", "blues", "jazz"), y en ese caso se advierte de su condición de "extranjerismos crudos" y de la obligación de escribirlos entre comillas o en cursiva.

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