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'Motorstorm Apocalypse': pese a Japón, es divertido conducir en un terremoto

Por si conducir en hora punta no fuera suficiente, ahora tendremos que hacerlo en una ciudad mientras la destruye un terremoto.

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El fin del mundo está muy cerca y estos corredores se aproximan a él a máxima velocidad.

Lo mejor:

  • Los escenarios se destruyen en tiempo real y están llenos de posibilidades.
  • Hay hasta 13 tipos de coches distintos.

Lo peor:

  • El modo principal, Festival, se hace algo corto.
  • Se echa en falta algún modo de juego más.

La saga Motorstorm ha apostado desde los inicios de PlayStation 3 por las carreras arcade y por unos escenarios que siembran el caos en todo momento entre los corredores. En esta ocasión, los chicos de Evolution Studios han optado por llevar al límite todos los ingredientes y desarrollar una cuarta entrega que nos acerca al apocalipsis más absoluto, aquel del que sólo se escapa si se es un verdadero motorstormer.

Si en juegos anteriores el marco de nuestras gamberradas eran parajes naturales, generalmente desérticos, y alguna que otra construcción realizada por el hombre, en Apocalypse llegamos a The City, una enorme ciudad (que recuerda mucho a Los Ángeles o San Francisco) que está a punto de ser destruida por un terremoto de proporciones gigantescas. Esto, de entrada, nos da una idea de las posibilidades que nos dará el competir por calles en las que el asfalto se abre a nuestro paso o por los tejados de unos edificios que se están demoliendo en tiempo real.

Y para intentar sobrevivir podemos elegir entre 13 modelos distintos de coches como por ejemplo Monster-trucks, coches de rally, buggies, quads, 4x4, muscle-cars, motos todoterreno, choppers o superminis. Todos ellos con sus propias características de peso, manejabilidad o velocidad, haciendo que sea realmente diferente conducir uno u otro.

Un Festival de destrucción

El modo de juego principal es Festival que, a modo de historia, nos propone competir por las calles de The City en tres niveles de dificultad, personificado cada uno de ellos en un motorstormer. El primero es Mash, un joven inexperto que representa el modo fácil; Tyler es un corredor forjado en la crudeza de este deporte y nos lleva por el modo intermedio; y, por último, Big Dog que no sólo es el jefe supremo de todos los corredores sino que personifica la dificultad más elevada.

Festival nos coloca frente a 40 retos que se presentan en tres variantes: carreras de todos contra todos con un máximo de 16 corredores; eventos de Eliminación en los que cada 15 segundos es expulsado el último piloto; y los duelos uno contra uno. En cada uno de ellos manejamos un vehículo diferente, lo que añade alicientes al que ya de por sí representa el mero hecho de superar el reto. El listón va subiendo a medida que aumenta la dificultad y cada vez debemos quedar en mejores posiciones.

Superar todo esto no os llevará más de 4 horas, cinco a lo sumo, ya que la dificultad crece de forma muy equilibrada por lo que en ningún momento supone un problema insalvable. Esta escasa duración resulta llamativa para tratarse del modo principal del juego, y aunque es cierto que la existencia de tarjetas coleccionables en cada reto invita a rejugar, nos hemos quedado un poco insatisfechos.

Mención aparte merece la forma de presentarnos la historia, con un estilo cómic muy atractivo y que va perfectamente con el juego. Aunque el argumento es muy sencillo, el hecho de utilizar a un periodista como hilo conductor así como la estética en que se presenta, hacen que apetezca ver los vídeos que preceden a cada carrera.

Completan a este Festival el modo Diversión Violenta, que no es otra cosa que el clásico juego libre en el que podemos correr por cualquier escenario seleccionando vehículo, número de vueltas, nivel de IA de nuestros rivales, etc.; la modalidad Festival Experto, en el que debemos superar las mismas pruebas que en Festival pero contra rivales más duros; y, finalmente, el multijugador (online o pantalla partida), con el que es posible reunir a un máximo de 16 jugadores.

Por cierto, el fluido modo online nos ofrece un sistema de progresión similar al de Call of Duty, en el que nuestro rango se va incrementando en función de los retos que vayamos superando. De esta forma establecemos el nivel que determina contra quién nos enfrentamos cada vez. Asimismo, existe la posibilidad de realizar apuestas antes de cada carrera (eligiendo, por ejemplo, a qué corredor superaremos en cada evento), con la intención de evitar que aquellos que ocupen una mala posición abandonen la partida.

Más bestia que nunca

Si, como decíamos, la saga Motorstorm se ha distinguido siempre por colocarnos en entornos muy abiertos, llenos de atajos y de peligrosos obstáculos, este Apocalypse es más bestia que nunca. ¿Que por qué? pues no solamente porque corremos mientras se está produciendo un terremoto en directo, sino porque los escenarios se destruyen en tiempo real y las consecuencias influyen en los acontecimientos. Por ejemplo, mientras estamos corriendo se nos vienen encima torres o edificios, e incluso se abre el asfalto al tiempo que estamos cruzando un puente.

Además, por si esto fuera poco, una serie de delincuentes que se han quedado en la ciudad para saquearla han decidido que nosotros somos su mejor diversión, así que no dudan en atacarnos con misiles, cócteles molotov o incluso helicópteros que lanzan proyectiles.

Por su parte, el control es el mismo que en otras ocasiones: sencillo, intuitivo y pensado para quemar motor rápidamente. De hecho, contamos con un turbo (llamado Impulso) que hemos de usar con cabeza a pesar de que se recarga automáticamente una vez consumido. Eso sí, mucho ojo porque si abusamos de él nuestro vehículo saltará por los aires.

Técnicamente también se ha apostado por la bestialidad, con unos escenarios llenos de detalle y unas animaciones que se generan de una forma tremendamente suave si tenemos en cuenta la velocidad a la que sucede todo. Además, el motor de colisiones presume igualmente de potencia (es un lujo ver los choques a cámara lenta y apreciar cómo se destruyen el coche y los elementos del escenario).

El doblaje, en un perfecto castellano, y la banda sonora, a cargo de Klaus Badelt (compositor, entre otras, de la música de Piratas del Caribe), son también sobresalientes.

El lado oscuro lo encontramos en la falta de modos de juego para un solo jugador que sirvan para completar el Festival que, a pesar de ser una muy buena opción, resulta demasiado corto.

Conclusión

Las carreras Off-Road de Motorstorm han sido un referente en PS3 desde sus comienzos. Lejos de estancarse, los desarrolladores de esta saga han sabido imprimirle un carácter diferenciador al tiempo que ha mejorado a medida que han creado nuevos títulos. Apocalypse es el mejor de todos ellos, y lo es a todos los niveles. Incluso los que no seáis seguidores de este género vais a disfrutar echando unas carreritas. La explosiva mezcla de velocidad y destrucción dan como resultado un magnífico título que, sin embargo, adolece de más modos de juego.

Notas
Gráficos Grandes escenarios, animaciones sobresalientes y un motor de colisiones magnífico colocan a este juego a un alto nivel. 9
Sonido El doblaje al castellano es perfecto, así como la banda sonora de Klaus Badelt que, sin embargo, peca de poco variada. 8,5
Diversión La sensación de velocidad mezclada con la de que todo se hunde a tus pies es impresionante. Le falta algo de duración. 8,5
Total Un gran juego que hará las delicias de cualquiera, sea o no seguidor del género. Si podéis, no dudéis en echarle el guante. 8,5

Desarrollado por Evolution Studios y editado Sony, Motorstorm: Apocalypse ya está disponible para PlayStation 3 a un precio recomendado de 62,95 euros y para mayores de 16 años, según el código PEGI.

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