Lo curioso es que no lo sugieran con los coches, los semáforos, los ascensores, las cafeteras, las lámparas, los relojes... Creo que la propuesta carece de lógica: hoy usar Internet es tan necesario como respirar, o casi. La Red no se usa sólo para el ocio, ni es fuente exclusiva del mal o de la falta de fe, o de todo lo contrario. Que cada cual haga lo que mejor le parezca, pero creo que haré caso omiso de estas recomendaciones.