Que no, que no, que hacer copias sin lucro no es delito, que quien tenga derechos de autor tiene que ponerse las pilas y renovarse, como lo hacen los comerciantes en sus tiendas, que no se puede ir contra la tecnología, que uno puede prestar un archivo a quien le dé la gana, incluso regalárselo. De toda la vida nos hemos prestados discos de vinilo, libros... ahora la tecnología hace ese intercambio mucho más cómodo, pero nada más. No hay lucro, no hay negocio, no se puede cobrar ningún impuesto.