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Transilvania en tres días: Brasov, Cluj y el castillo de Drácula

Cultura, historia, impresionantes paisajes y leyendas inquietantes confluyen en la mítica región.

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Cultura, historia, impresionantes paisajes y leyendas inquietantes confluyen en la mítica región.
Fin de semana en Transilvania

La vieja Europa no deja de sorprender al viajero por su variedad de culturas, pueblos y zonas naturales. Transilvania es uno de esos destinos que atraen ya sólo con escuchar su nombre. Un lugar donde poder encontrar esa diversidad cultural forjada por una historia centenaria, que calmará la sed del viajero con altas expectativas y del aventurero harto de visitar lo que ya han visitado miles antes que él.

Transilvania no es un mundo fantástico donde la niebla y la falta sol son la nota dominante en sus parajes, tampoco existe una advertencia que recomienda no pasear de noche a riesgo de ser mordido por un vampiro; es eso y mucho más.
Para situar al viajero en el mapa hay que pensar en Europa y más en concreto en Rumanía. Emplazada en la parte central del país, cerca de los montes Cárpatos, Transilvania cuenta con bosques frondosos, escarpadas montañas, lúgubres castillos, tétricos caminos, mucha vegetación en verano y duras nevadas en invierno. Aunque la actual fama de su nombre proviene del conde Drácula, archiconocido personaje de la novela del escritor irlandés Bram Stoker.
La capital de esta rica y turística región y tercera ciudad de Rumanía es Cluj, una ciudad situada al noroeste del país, a unos 450 kilómetros de Bucarest. Centro cultural en auge y un referente en el mundo universitario, ya que es considerada uno de los destinos preferidos para los estudiantes de becas Erasmus y similares. Paseando por sus calles se encuentra una fusión entre lo antiguo y lo moderno, y uno puede desplazarse en un trolebus público a uno de sus principales monumentos artísticos, la catedral ortodoxa de Nuestra Señora de la Asunción, o pedir un taxi para visitar el centro financiero y de ocio de reciente construcción, para el que no se ha reparado en gastos ni modernos servicios.
Brasov es el punto de origen para comenzar a empaparse de toda la parafernalia vampírica tan de moda a nivel mundial, no sólo por los fans y seguidores de la cinematográfica novela de Bram Stoker. Localizada a 166 kilómetros de Bucarest, es considerada la tercera en discordia en cuanto a demografía, siendo también uno de los núcleos turísticos más importantes del país.
La primera toma de contacto al llegar a la ciudad es un enorme cartel, al más puro estilo Hollywood, instalado en lo alto de uno de los frondosos montes que la rodean y protegen, en el que se puede leer, con blancas y grandes letras, la palabra Brasov. Paseando por sus cuidadas y asfaltadas calles es muy recomendable visitar la Piaţa Sfatului (Plaza del Consejo), donde disfrutar de un momento de descanso en una de sus terrazas mientras se admira la Iglesia Negra.
Como colofón final, es de obligada visita el castillo de Bran, también conocido como el castillo de Drácula. Un emplazamiento militar construido en una elevación natural, y por tanto infranqueable, en medio de un bellísimo valle de espesos bosques, a pocos kilómetros del pueblo de Bran y a unos 30 kilómetros de la ciudad de Brasov.
En el tenebroso castillo vivió Vlad Tepes que, según la leyenda, era la crueldad hecha hombre. Aficionado a empalar vivos a sus enemigos sin pestañear, sirvió como fuente de inspiración para la novela, sin duda el verdadero motivo del auge del turismo en la comarca.
A pesar de ser uno de los atractivos más internacionales de la región y del país, el castillo no está masificado, siendo los meses de verano los de mayor afluencia de turistas, sin llegar a ser una molestia.
CÓMO LLEGAR

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El tren, es sin duda, el medio de transporte idóneo para recorrer Transilvania. En Bucarest es posible comprar billetes para uno de los trenes-cama que recorren los cerca de 450 kilómetros de distancia entre la capital y Cluj, pasando por Brasov.
NO DEJES DE
Hacer una parada y destinar un par de horas a visitar el cementerio de Cluj. Digno de una película de Tim Burton, con tumbas centenarias, imponentes panteones familiares y una descuidada vegetación que forma parte del entorno.
DATOS ÚTILES
Regatear con los taxistas es un requisito indispensable para poder ahorrar. La moneda en curso del país es el leu, casi 4 leus por euro al cambio.

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