Una joya del automovilismo español que la pura suerte nos ha permitido que esté todavia de pie para que lo disfrutemos. A ver si lo arreglan en condiciones. Quedaría hermoso si los edificios se construyesen con el estilo antiguo de las naves industriales, en lugar de los mazacotes de hormigón modernos.
En 1971 trabajaba en Sitges, en la base de AVIS. Casi cada día me iba a dar una vuelta por el circuito con Simcas 1200 o ¡Dodge Dart 3700, a toda pastilla. Nadie lo hacía, ya que el circuito estaba cerrado, pero se podía correr en él. Era emocionante e irrepetible subir por las paredes peraltadas e ir inclinado a 45º a 200 por hora. Años después volví algunas veces y ya no se podía correr, porque habían maderos cruzados en el trazado. Sería fantástico que se reconstruyera y se le diera un uso deportivo. El lugar es mágico.