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Distinción felina: Jaguar XK 5.0 V8 Portfolio convertible

Salvando las distancias, el Jaguar XK recuerda las líneas del Type-E de los 60 y 70. Es largo, con el habitáculo desplazado hacia atrás, con un largo "morro" y líneas curvas muy suaves. Su versión descapotable V8 es bonita, elegante, potente y cara.

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Salvando las distancias, el Jaguar XK recuerda las líneas del Type-E de los 60 y 70. Es largo, con el habitáculo desplazado hacia atrás, con un largo "morro" y líneas curvas muy suaves. Su versión descapotable V8 es bonita, elegante, potente y cara.

(Iván Solera) No cabe duda de que es un modelo elegante que al primer vistazo declara lo que es, un auténtico descapotable de lujo. Su capota de lona acentúa el clasicismo y al plegarla en el maletero, desvela todo su atractivo.

En el diseño del XK no se ha dejado nada al azar, cada línea y cada detalle se han cuidado al máximo para conseguir una sensación de calidad en todos los rincones de su carrocería.

Todo un V8 atmosférico

El motor de este Jaguar XK es de los que enamoran, se trata de un V8 de cinco litros atmosférico que desarrolla 385 CV de potencia máxima a 6.500 rpm y un impresionante par motor de 515 Nm a 3.500 rpm.

Este motor es todo potencia a cualquier régimen, pero es que además el sonido que emite la mecánica y el que emana de los dos escapes ovalados, llegan a crear adicción. Suena ronco, muy gordo y poderoso, nada comparable a los actuales motores turboalimentados y cada vez más pequeños. Claro que el consumo tampoco es el mismo, el XK no se conforma con menos de 13 litros a los cien en carretera si circulamos a ritmos legales, por mucho que la cifra homologada sea de 8 litros. En ciudad no hay que asustarse si vemos que nos acercamos a los 20 litros a los cien, lo normal es que los sobrepase.

Pero el consumo es otro de los puntos que pasa a segundo plano en un coche de "20 kilos" de los de antes. Además, cuando compruebas que es capaz de acelerar de 0 a 100 en sólo 5,6 segundos, sabes que podrías llegar hasta los 250 Km/h y descubres la suavidad y carácter del V8, el consumo es algo irrelevante.

El cambio automático es de seis velocidades con levas tras el volante y, aunque tiene un modo Sport, apuesta más por la suavidad que por la velocidad de funcionamiento.

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