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Jaguar XK 5.0 V8 Portfolio convertible: habitáculo y equipamiento

El interior del Jaguar XK convertible destaca por la calidad de los materiales y acabados. El salpicadero está cubierto de cuero con costuras vistas que contrastan con el color de la piel. En esta unidad las inserciones son de color aluminio y la tapicería de los asientos es de piel en color marfil.

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La situación de los mandos es correcta, aunque sorprende la posición de los mandos de regulación eléctrica de los asientos en las puertas. Por otra parte se agradece, porque tiene tantas regulaciones que sería complicado controlarlas si estuviesen en una posición oculta a la vista. Tienen tres memorias, regulación de inclinación del respaldo, altura de la banqueta, regulación longitudinal del asiento, ajuste lumbar vertical y longitudinal, anchura del respaldo ajustable... Y además los asientos son calefactados y ventilados a través de la tapicería de piel microperforada.

Otro de los aspectos más llamativos del interior del XK es el arranque por botón y la palanca del cambio automático. Al igual que en el Jaguar XF, las marchas se seleccionan mediante una ruleta similar a la del sistema MMI de Audi que se esconde cuando paramos el motor.

Las plazas delanteras son amplias y todo comodidad, no se puede decir lo mismo de las traseras. El XK convertible está homologado para cuatro plazas, pero es un 2+2 en el las dos traseras sólo son aptas para un uso esporádico y en trayectos cortos. La banqueta de estos asientos es curvada, apenas hay sitio para las piernas y la altura libre también es muy limitada con la capota puesta.

El maletero tiene una capacidad de 313 litros o 200 si queremos tener la posibilidad de quitar la capota. Es muy ancho y plano pero tiene muy poca altura disponible. Tanto las plazas traseras como la capacidad del maletero son aspectos poco relevantes en un descapotable de lujo como el XK, ¿no?

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