Caos en Barajas
El caos ha reinado en Barajas durante toda la tarde después de la huelga salvaje de controladores aéreos.
Caos en Barajas
El caos ha reinado en el Aeropuerto de Barajas durante toda la tarde, después de que gran cantidad de personas se encontraran sin poder volar.
Sin billetes
Las máquinas del check-in se encontraban vacías. No había billetes que sacar, pues no había aviones.
Las oficinas de información colapsadas
El caos y la saturación de personas en Barajas ocasionó el colapso de las oficinas de información.
Todos los vuelos cancelados
Los pantallas de información tenían un único mensaje: vuelo cancelado.
Desesperación en las colas
La desesperación por saber qué sucedía y cuándo se iba a solucionar fue una constante en el Aeropuerto de Barajas.
Gente en todos lados
Los pasajeros, indignados, se colocaban en cualquier rincón a la espera de una solución que no llegaba.
Esperando soluciones
Los pasajeros que tenían algún vuelo pasaron horas de espera demandando soluciones.
Largas colas en los mostradores
El caos se agolpó también en los mostradores de las distintas compañías, que obviamente tampoco podían solucionar nada.
Caras de desesperación
Las caras de desesperación y de impotencia predominaban en el Aeropuerto de Barajas.
La T4, colapsada
La T4 fue una de las zonas donde más gente esperando se concentró.
Desinformación continua
La desinformación fue una constante para toda la gente que se encontraba en Barajas esperando a que su vuelo despegara.
Puerta de entrada a Barajas
Los taxistas de la puerta del Aeropuerto se encontraron sin trabajo. Tampoco había turistas que llegaran a Madrid.
Aviones parados
Todos los aviones permanecen parados en sus terminales sin poder efectuar los vuelos previstos.
Largas horas de espera
Algunos afectados por la huelga permanecen en el suelo de la terminal a la espera de alguna noticia alentadora.
Largas horas de espera
La gente buscaba cualquier rincón para relajarse ante las largas horas de espera que había por delante.
Las hojas de reclamaciones se terminan
Las hojas de reclamaciones de AENA llegarón a terminarse ante la impotencia de los pasajeros.
Colas en busca de soluciones
Hasta altas horas existieron las colas de gente que esperaba una respuesta y una solución. No había nada que hacer. La mayoría de billetes, y hoteles, y puentes, ya estaban fastidiados.