La Mansión Hearst, un excéntrico oasis de lujo en California
Ocupando una extensión de 250.000 acres, la mansión Hearst, cuenta con 56 habitaciones, 61 baños, 19 salones. Situada en un emplazamiento elevado con impresionantes vistas a la costa oeste y al océano Pacífico.
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El Castillo entre la vegetación
Primera toma de contacto al subir por la escarpada carretera que une la carretera principal con la mansión Hearst.
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Las dos torres
Con cierto estilo colonial español, recordando a la Catedral de Ciudad de México, vigilan toda la finca del magnate de la prensa.
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El Big Sur
Acantilados y playas vírgenes cercanas al Castillo Hearst que se pueden observar en las zonas de descanso de la autopista 1.
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Los guías turísticos
La profesionalidad de los guías que acompañan a los visitantes por todo el trayecto es notable ya desde la entrada principal.
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Los jardines
La diversidad de jardines y plantas de todo tipo también fueron necesarias para completar el repertorio de arte, arquitectura, lujo y naturaleza que poesía el señor Hearst.
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Un alto en el camino
Es necesario tener el oído bien abierto para entender las explicaciones, en inglés eso sí.
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Interior de la casa principal
Uno de los salones de reuniones de la casa principal muestra la cargada ornamentación de las paredes y los detalles en la decoración.
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Una de las habitaciones
La mesilla de noche, con una gran lámpara que alumbra la habitación, en primer plano y una gran cama flanqueada por cuatro estandartes.
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Frescos
El techo de una de las salas de la casa, decorado con frescos muy ornamentados.
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Un vestido
Además de tener chimenea, la habitación luce una enorme alfombra que cubre prácticamente todo el suelo. En un sillón cama, un vestido de mujer, de color rosa.
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Columnas en la piscina
La piscina al aire libre Neptuno, rodeada por una serie de columnas, es una de las imágenes más espectaculares del exterior de la casa.
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Momento de relax
Tres cómodas sillas para disfrutar de las vistas y descansar tras un largo día de trabajo.
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Lateral de la casa grande
Uno de los laterales de la casa grande de la mansión Hearst.
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La piscina Romana
La fusión de la luz natural y el azul de los mosaicos del fondo de la piscina son un regalo para la vista.
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Lámpara interior
Una lámpara eléctrica ayuda a iluminar la piscina Romana del interior del Castillo Hearst.
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Decoración exquisita
Dos estatuas romanas vigilan el final de la piscina interior.
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Naturaleza vírgen
El Big Sur, o lo que es lo mismo, la costa oeste de Estados Unidos en dirección a San Francisco.
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