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Estonia, de Lenin al euro

Estonia, de Lenin al euro

URSS
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URSS

La ciudad de Narva, tercera del país por población, fue completamente arrasada en la 2ª Guerra Mundial. Los soviéticos la reconstruyeron desde cero con el estilo estalinista que imperaba en aquella época. En la imagen puede verse el centro de la ciudad, donde antes de la guerra se encontraba el casco histórico de la Edad Media. Como deferencia a la población local, los urbanistas rusos reconstruyeron el Ayuntamiento (en el centro) respetando su diseño original. Del resto no quedó nada. 

Goodbye Lenin
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Goodbye Lenin

Un busto gigante de Vladimir Lenin descansa olvidado por todos en el sótano del Museo de las Ocupaciones de Tallinn. Estonia fue invadida tres veces durante el siglo XX; dos por los soviéticos y una por los nazis. 

Agricultura
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Agricultura

Estudiantes de biología de la Eesti Maaülikool, con sede en Tartu, hacen prácticas otoñales en el campus de la escuela. Los estonios del interior siempre han vivido muy pegados a la tierra. Ha sido un pueblo de agricultores que, hasta el siglo XIX, estuvo ligado a las heredades por vínculos de servidumbre. 

La Estonia eterna
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La Estonia eterna

El casco viejo de Tallinn permanece intacto y es uno de sus principales reclamos turísticos. Tallinn posee una rica historia que se remonta a la Edad Media. Formó parte de la Liga Hanseática y, en sus mejore momentos, llegó a contar con 66 bastiones de defensa. El primero en ponerla en el mapa fue el geógrafo musulmán nacido en Ceuta Mohamed Al Idrisi, que la visitó en el siglo XII cuando era "una pequeña aldea similar a una fortaleza".

Hielo
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Hielo

El rompehielos sueco Tor Viking abre camino en el golfo de Finlandia para que los buques mercantes puedan acceder al puerto de Tallinn. Parte de la costa estonia se hiela durante todo el invierno. La capital disfruta del único puerto accesible durante todo el año. 

Atardece en Tallinn
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Atardece en Tallinn

Un ferry aguarda en el puerto de Tallinn. Al fondo se levanta la nueva ciudad hija del capitalismo de las últimas dos décadas. Para los estonios se resumen en rascacielos y bienestar.

SEB
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SEB

El sueco SEB Bank opera gran éxito en Estonia desde hace varios años. En 1999 levantó en el centro de Tallinn uno de sus primeros rascacielos, la Eesti Ühispank, de 95 metros de altura. Estonia es una "colonia bancaria" sueca. Las principales entidades financieras del país provienen del otro lado del Báltico.

Lo nuevo y lo viejo
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Lo nuevo y lo viejo

A la izquierda la nueva Estonia, a la izquierda la vieja, en el medio una chimenea heredada de la Estonia soviética. 

Museo del mar
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Museo del mar

En la localidad de Loksa, en el norte del país, abre sus puertas el Museo del Mar, auténtica columna vertebral del país. 

Cuestión de altura
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Cuestión de altura

Las torres de las iglesias han sido durante siglos las dueñas incontestables del cielo de Tallinn... hasta que los gigantes de cristal y cemento han empezado a hacerles la competencia. 

Tartu
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Tartu

El río Emajõgi (en estonio, río-madre), cruza la ciudad de Tartu, en el extremo sudoriental del país, a corta distancia de la frontera rusa. Es la segunda ciudad más poblada del país y ha experimentado un gran crecimiento económico en los últimos años.

Estonian Air
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Estonian Air

Nacida de las cenizas de la división que Aeroflot tenía en la antigua república soviética de Estonia, pronto se modernizó adquiriendo aviones Boeing y Saab. A mediados de los 90 fue privatizada parcialmente y puesta en manos de la escandinava SAS. Hoy cuenta con 7 aviones y vuela a 27 destinos europeos.

Euro
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Euro

A mediados de este año el Gobierno estonio mostró el diseño de sus monedas de euro. En todas sus denominaciones un simple mapa (en relieve, eso sí) del país y el nombre oficial en la lengua vernácula. Pronto les acusaron de no ser demasiado originales, a lo que el Gobierno respondió que, siendo honestos consigo mismos, tenían que reconocer que "Estonia no cuenta con personalidades culturales de la talla de Mozart o Dante con los que adornar sus monedas". A cambio, entrar en el euro, les daba la oportunidad de mostrar a los 300 millones de personas que usan el euro, el mapa de su pequeña patria. 

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