Un paseo por Peñíscola
La playa
La playa de Peñíscola, con la sombra de dos palmeras
Desde el puerto
El casco viejo de Peñíscola, visto desde el puerto
Desde la playa
Desde la espléndida playa de Peñíscola, una de las vistas clásicas de la ciudad al atardecer
Reflejos
La ciudad brilla sobre las olas del mar
Callejón
Uno de los callejones del casco antiguo
Fachada
La facha de una vivienda, con un blanco y unos azules que luchan en intensidad
Muralla
La muralla de protege a la ciudad del mar y da lugar a rincones así de hermosos
Cañón
Recordándonos que las murallas de Peñíscola no eran un elemento meramente decorativo
Vistas al mar
Muchos rincones de Peñíscola nos ofrecen hermosas vistas al mar
Faro y castillo
El castillo del Papa Luna y el encantador faro edificado junto a él
Torre
Una de las partes del castillo, recortándose contra un cielo de un azul profundo
Faro
El faro, visto desde el interior del castillo
Sala del Cónclave
La llamada Sala del Cónclave, que acoge hoy en día una interesante exposición sobre la Orden del Temple
Iglesia del castillo
La pequeña iglesia del interior del castillo
Escalera
Una antigua escalera que desciende a las profundidades del castillo
Vista impresionante
El casco viejo de Peñíscola, impresionante desde las alturas del castillo
Iglesia y playa
La iglesia junto al castillo y la playa norte de Peñíscola
Vistas
Desde el punto más alto del castillo las vistas son excepcionales
Iglesia y escudo
La iglesia (en realidad es una ermita) junto al castillo y, en el suelo, un gran escudo
Reparando redes
Una mujer repara redes de pesca a mano en el puerto
Tarea dura
Otra mujer, también enfrascada en la dura tarea
Llegando al puerto
A media tarde los barcos pesqueros van llegando al puerto
Fresco
Y lo hacen cargados de sus fresquísimas capturas
Galeras
Una muy apetecible caja de galeras
Pescaderas
A la entrada del puerto algunas mujeres venden parte de las capturas