El régimen sirio sigue atacando a los manifestantes. Al menos una persona murió a causa de los disparos efectuados por las fuerzas de seguridad sirias en la localidad de Yebla, en el noroeste del país, según varios grupos de activistas opositores al régimen de Damasco citados por la agencia Efe.
El grupo la Revolución Siria contra Bachar al Asad informó primero de la muerte de un joven identificado como Abdel Menem Ebied en esta localidad, cercana a la ciudad costera de Latakia, y elevó después el número de víctimas a tres, pero esta cifra no ha sido confirmada por otras fuentes. Otro medios hablan incluso de cuatro víctimas.
La muerte de Ebied fue también atestiguada por el doctor Emar Yable, contactado telefónicamente por la cadena de televisión catarí Al Yazira. El médico aseguró que el joven, al que identificó como Abdel Razaq Ebied, falleció a causa de un tiro en la cabeza e indicó que en los ataques resultaron heridas cinco personas.
Además, el doctor explicó que la situación es muy complicada en Yebla, donde civiles desarmados, entre ellos mujeres y niños, están siendo atacados de forma indiscriminada por las fuerzas del orden, matones y francotiradores.
Registros por la noche y centenares de víctimas
Activistas por los Derechos Humanos citados por la agencia Reuters afirman que durante la noche la policía secreta siria efectuó redadas nocturnas en Damasco. Operativos de seguridad de incógnito y armados con rifles de asalto han entrado en varias casas del suburbio de Harasta poco después de la medianoche, arrestando a varios activistas de la zona.
La información continúa siendo muy confusa por la ausencia de prensa extranjera en la zona. Al Assad ha expulsado a varios periodistas de medios de comunicación durante las protestas, por lo que la verificación independiente de la violencia es casi imposible de realizar, informa Europa Press. Los manifestantes utilizan Internet como medio donde colgar los vídeos e imágenes de las protestas.
La denominada Comisión Internacional de Juristas (ICJ por sus siglas en inglés) ha asegurado que al menos 330 personas han muerto desde que comenzaron las protestas, según un listado elaborado a partir de fuentes propias de dentro del país. Además, denuncia torturas y maltratos a civiles, incluidos menores.
Por ello, exigen la intervención del Consejo de Seguridad de la ONU para que estos "asesinatos masivos" sean investigados por el Tribunal Penal Internacional.
El ICJ denuncia la muerte de manifestantes en Deraa, Latakia, Homs y otras ciudades. "Las fuerzas de seguridad sirias, incluidos miembros de la Guardia Presidencial y de las milicias pro régimen, serían las responsables de estos ataques", sostiene el grupo.