Con las encuestas más ajustadas que nunca, Keiko Fujimori recibió este jueves el importante apoyo de varios líderes políticos de la derecha peruana, encabezados por el economista Pedro Pablo Kuczynski (PPK) y el ex alcalde de Lima Luis Castañeda Lossio. Además, también estuvieron el economista Hernando de Soto -que se sumó hace unas semanas a la campaña fujimorista- y Mercedes Aráoz, exministra de Economía, y Alfredo Ferrero, exministro de Comercio Exterior.
La reunión se desarrolló en el local de campaña de Keiko Fujimori y aunque estos apoyos ya habían sido anunciados hace varios días, el acto congregó a gran parte de la prensa peruana. La candidata de Fuerza 2011 planteó "un gobierno de amplitud, de amplia convocatoria, que busque la unidad, la reconciliación, un gobierno de concertación". Elogió, además, la "capacidad, experiencia, trayectorias y capacidad gestión" de los políticos que la apoyan y agregó que "muchos de ustedes han sido candidatos presidenciales, han sido (mis) contendores, pero hoy tenemos un solo compromiso: trabajar por un Perú con seguridad y oportunidades para todos".
La candidata aseguró que "es fundamental continuar" con el crecimiento económico y el desarrollo de su país y que para eso cree que se debe "mantener la Constitución de 1993", que fue elaborada durante el régimen de su padre, Alberto Fujimori, hoy preso en una cárcel de Lima. Además, dijo que su rival, Ollanta Humala, "no tiene las cosas claras" sobre estos temas y ratificó sus imputaciones de que "genera muchas dudas la relación muy cercana que tiene con el señor Hugo Chávez".
Kuczynski, queen la primera vuelta logró un 18,5%, cinco puntos menos que Keiko, aseguró que el Perú necesita "un Gobierno de ancha base, que sea práctico y no ideológico". "Esta candidata lo puede hacer, el otro candidato me causa hondísima preocupación y por eso estoy aquí", señaló.
Además de todos ellos, también estaba Máximo San Román, miembro de la alianza que encabezó en la primera vuelta Kuczynski, y que fue vicepresidente de Alberto Fujimori durante su primer gobierno hasta el día del autogolpe de estado del 5 de abril de 1992. A partir de ahí se convirtió en un duro opositor al régimen fujimorista e incluso fue objeto de burlas por parte de Vladimiro Montesinos y el ex presidente en unos de los juicios contra ambos en referencia a que el antiguo aliado se encargaba de "cortar el salami" y pasar el café entre los invitados en el "Pentagonito", sede del Servicio de Inteligencia Nacional. Pasados los años, ahora San Román ha decidido apoyar a Keiko.
Según los últimos sondeos de opinión, que por ley no pueden ser publicados en el país desde el pasado domingo, la presidencia peruana es disputada palmo a palmo por ambos candidatos, que mantienen un "empate técnico". Ambos tienen hasta hoy, cuando realizarán sus mítines de cierre de campaña en Lima, para intentar convencer a casi un 15 % de los electores que sostienen que aún no han tomado una decisión sobre su voto.