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La oposición siria denuncia que el propio Ejército ejecutó a los militares

Un oficial del Ejército sirio ha anunciado su renuncia por los "crímenes" cometidos contra la población civil.

El régimen sirio envió este martes un refuerzo de tropas hacia la ciudad de Yisr al Shogur, donde el lunes murieron más de 100 militares. La televisión estatal habló de una "emboscada" contra las fuerzas de seguridad a manos de "grupos armados terroristas", pero crecen los indicios sobre una posible sublevación dentro del propio Ejército.

Varios opositores en el exilio que organizan el transporte de heridos desde Yisr al Shogur a Turquía aseguran que los militares fueron ejecutados por sus compañeros después de que se negaran a disparar a civiles desarmados.

Un voluntario en la zona declaró que el lunes fueron llevados a la frontera unos 45 heridos graves y unas ambulancias los trasladaron a un hospital en la ciudad turca de Antakya. Tres de los heridos murieron durante el trayecto. La mayoría son hombres y jóvenes procedentes de Yisr al Shogur.

"Crímenes, asesinatos y masacres" cometidas por el Ejército

A estos inicios se le suma el vídeo, difundido por Al Yazira, de un oficial del Ejército sirio ha anunciado su renuncia a seguir sirviendo en las Fuerzas Armadas en protesta por los "crímenes" cometidos contra la población civil.

El oficial, que se identifica como Abdel Razaq Tlas, explica que se había unido al Ejército con el objetivo de proteger al pueblo del "enemigo israelí", no para luchar contra la población, que desde marzo pasado protesta en las calles para pedir reformas democráticas.

"Después de los crímenes que he visto en Deraa (en el sur del país) y en toda Siria no puedo continuar en el Ejército sirio", asegura Tlas, que aparece vestido con uniforme militar y una gorra, frente a lo que parece una jaima. Además, agrega que ha sido testigo de "crímenes, asesinatos y masacres" cometidas por miembros del Ejército sirio contra ciudadanos y manifestantes en distintas zonas del país.

Desde que estallaron las protestas políticas a mediados de marzo, el régimen de Asad ha tratado de aplacarlas con el uso de la violencia y adoptando algunas medidas políticas. No obstante, más de 1.000 civiles han fallecido desde el inicio de las manifestaciones que piden reformas democráticas

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