Al menos cinco personas fallecieron este viernes y otras 25 resultaron heridas a consecuencia del enfrentamiento entre manifestantes y la policía peruana cuando ésta les impidió tomar el aeropuerto de la ciudad de Juliaca, al sur de Perú.
Los enfrentamientos se iniciaron cuando cerca de un millar de manifestantes, que este jueves iniciaron una huelga de 48 horas en Juliaca contra la contaminación de un río por la actividad minera, trataron de entrar a la pista de aterrizaje del aeropuerto. Los vuelos con origen y destino en Juliaca fueron suspendidos, según confirmaron fuentes del terminal aéreo en Lima.
El coordinador de la Defensoría del Pueblo en Juliaca, Jacinto Ticona, confirmó a EFE la cifra de muertos por heridas de bala y perdigones en la cabeza, tórax y abdomen. Por su parte, la presidenta del Consejo de Ministros, Rosario Fernández, dijo en rueda de prensa que una comisión multisectorial está trabajando "en estos momentos" con representantes de Puno, la región a la que pertenece la zona convulsa, para dar una norma que solucione las demandas en la ciudad andina de Juliaca.
Fernández explicó que el tema de la contaminación del río Ramis, motivo de la protesta de cientos de pobladores de la provincia de Azángaro, en la región sureña de Puno, ya había sido analizado por una mesa de trabajo, pero las protestas los sorprendieron en plena negociación de un paquete de medidas. Fernández agregó que "no hay ninguna justificación que pueda permitir las actitudes de violencia de ese volumen", que pusieron "en gravísimo riesgo el aterrizaje de una nave" en el aeropuerto de Juliaca.
Además de este violento episodio en el aeropuerto, los manifestantes incendiaron este viernes por la noche una comisaría de Azángaro, resguardado en ese momento por apenas 12 policías. Además, según ha informado el diario El Comercio, hay cuatro policías desaparecidos y muchos creen que podrían haber sido tomados como rehenes.
En declaraciones a la emisora Radio Programas del Perú, el alcalde de dicha localidad, Efraín Murillo Quispe, señaló que "entiendo que ellos están muy molestos porque la policía ha matado a nuestra gente. La solución está al 90%, faltaría la firma de los ministros para que ya se publique y entre en vigencia el decreto. Pedimos la calma, guarden la cordura".
Crecen los conflictos sociales
Fernández dijo que los actos de violencia en Puno, además de las andinas ciudades de Huancavelica y Huancayo por otros temas en esta semana, "han aparecido de pronto, de una manera sospechosamente coordinada".
Por su parte, el ministro del Interior, Miguel Hidalgo, dijo que 350 policías estuvieron en el aeropuerto de Juliaca para impedir la toma de la terminal, pero que los manifestantes han quemado parte de la pista y destruido las luces para orientar el aterrizaje. "Ahora lo que nos preocupa es Azángaro porque en esa ciudad hay una manifestación violenta contra el puesto policial de ese lugar", indicó Hidalgo en la rueda de prensa.