Con creciente influencia en la política alemana, como han demostrado los resultados electorales como los de Baden-Württemberg o la decisión de Merkel de cerrar las nucleares, Los Verdes han encontrado otra causa por la que luchar: la seguridad de los vibradores.
Esta semana, el portavoz de los Verdes en el Parlamento, Volker Beck, presentó una petición al Gobierno para que garantizara la seguridad de los juguetes sexuales. Semanarios como el Stern, que recogen la propuesta, aclaran a sus lectores que, aunque suene increíble, la ocurrencia va en serio.
Según los ecologistas, los vibradores y consoladores incluyen en su composición ftalatos, una sustancia que, dicen, puede causar desequilibrios hormonales, diabetes o incluso incrementar el riesgo de cáncer.
Por ello, Los Verdes reclaman al Gobierno que impulse medidas para controlar las sustancias que se emplean en su fabricación y advierte que el 58% de ellos incluiría componentes nocivos. Dice el Stern que, según una encuesta, el 20% de las alemanas utiliza vibradores.