El descubrimiento de la joven Laura Johnson ha echado por tierra la mayoría de teorías y estudios sociológicos sobre los vándalos que han revolucionado Reino Unido durante cuatro jornadas de violencia. Cuando ya se creía que en su mayoría se trataba de jóvenes en situación de exclusión en barrios depauperados, se han hecho públicas algunas de las identidades de los detenidos en los disturbios que refutan esta teoría.
El primer caso en conocerse, y el más llamativo, es el de Laura Johnson, hija de un millonario británico con una existencia de lo más ‘desahogada’. Fue detenida por participar en el saqueo a la tienda de electrodomésticos Charlton Curry’s, y robar material electrónico y alcohol por valor de unas 5.000 libras. Las circunstancias parecen indicar que no se trata de un saqueo por necesidad: educada en los mejores colegios del país, residente en una mansión en Orpington (Kent), con pista de tenis y parque privado, y brillante estudiante de la Universidad de Exeter. Y, sin embargo, la Policía la pilló conduciendo un coche con todo el material robado.
El mismo día que el Tribunal ha concedido la libertad a esta joven de 19 años –obligándola a llevar un brazalete electrónico y a respetar un toque de queda- la prensa británica se abalanzado sobre ella. Todos los diarios se han hecho eco de su historia, aunque la palma se la lleva el Daily Mail que ha llevado su fotografía a portada, titulando: "Eres la vergüenza de tu país", a página completa. En el diario podemos encontrar desde una fotografía aérea de su impresionante mansión, hasta las fotografías que la joven colgaba en su facebook, en fiestas de lo más glamourosas.
Pero el de Laura no es el único caso que no encaja con el estereotipo de joven problemático que se creían que habían monopolizado las protestas. Entre los arrestados se ha conocido el caso de un profesor de primaria de 31 años, explica The Daily Telegraph, que admitió haber intentado robar una tienda de electrodomésticos en el barro de Croydon. El rotativo explica que el acusado "apenas" gana 1.000 libras mensuales.
Caso más curioso es del de Chelsea. Sus padres se encontraban viendo la televisión el sábado por la noche, mientras se producían los primeros y más violentos disturbios. Vieron cómo un grupo de jóvenes atacaba con ladrillos un BMW de la Policía, y al frente de todos ellos, estaba su hija, de 18 años. Chelsea es una atleta británica y embajadora olímpica en los Juegos de Londres 2012 y ahora tiene varios cargos por robo, por desorden público y por atacar un vehículo policial. Las imágenes muestran cómo Chelsea lanzó material de albañilería a una tienda de Vodafone, que posteriormente entró a saquear.
Lo que sobran son ejemplos. Daily Mail recoge hasta cuatro casos más de jóvenes saqueadores, con educaciones universitarias o profesiones más prestigiosas: una bailarina de ballet, un estudiante de derecho, un músico... e incluso un chef de comida orgánica. Éste último caso llama especialmente la atención porque como indica The Daily Telegraph, este hombre, llamado Fitzroy Thomas acudió a apedrear un restaurante de comida rápida, porque choca frontalmente con sus ideales de cocina y modelo de negocio.