El Reino Unido considera al Gobierno iraní responsable del "fallo muy grave" de seguridad que ha permitido un triple asalto a la embajada británica en Teherán. Lo ocurrido, advierten, tendrá consecuencias "serias", informa Efe.
El Ministerio de Exteriores del Reino Unido recomendó a sus ciudadanos que eviten los viajes no esenciales a Irán y pidió al pequeño número de británicos que se encuentran en ese país que se queden en sus casas.
En un comunicado recogido por Efe, el ministro de Exteriores, William Hague, dijo que todo el personal británico de la embajada en Teherán y sus familias (un total de 24 personas) han sido localizadas y que ahora se trata de establecer el lugar donde se encuentran todos los empleados de seguridad de la legación.
Hague, que hará este miércoles ante el Parlamento una declaración sobre Irán, dijo que el Gobierno iraní es "responsable de su fallo" al no tomar "las medidas adecuadas para proteger nuestra embajada, como le obliga" la Convención de Viena.
"Es un fallo muy grave" del Gobierno iraní, insistió el titular del Foreign Office, que llamó a consultas al encargado de negocios de Irán en Londres, mientras el primer ministro británico, David Cameron, convocó una reunión de su Gabinete de emergencia denominada "Cobra".
William Hague dijo que ha trasmitido al ministro iraní de Exteriores su más enérgica protesta sobre lo ocurrido y pidió al Gobierno de Teherán que tome "medidas inmediatas para garantizar la seguridad del personal británico, la devolución de las propiedades tomadas de la embajada y asegurar de forma inmediata el recinto".
"Claramente va a haber otras consecuencias más serias", apuntó Hague, que detallará la respuesta británica en una declaración ante la Cámara de los Comunes.
En este asalto "irresponsable" en Teherán, según Hague, participaron varios centenares de personas, que pusieron en riesgo a los diplomáticos británicos y sus familias y causaron "graves daños" en los dos recintos de la embajada, apuntó.
La tensión entre Irán y el Reino Unido ha ido aumentando en los últimos días después de que el lunes 21 Londres decidiese suspender todas las transacciones financieras con los bancos iraníes, incluido el Banco Central de Irán, por su programa nuclear.