Chile está amenazado por los incendios forestales, enemigo a batir durante estos días. Las llamas se han cobrado la vida de, al menos, una persona, dejando cientos de evacuados y miles de hectáreas calcinadas.
Con más 25.000 hectáreas consumidas por las llamas, los efectivos contra los incendios parecen no se suficientes para apagar todos los focos. El fuego ha obligado a interrumpir la vida diaria de los habitantes de los pueblos afectados, llegando incluso a salir de sus con lo puesto para evitar ser pasto de las llamas.
El principal foco estaba concentrado en Quillón, a unos 500 kilómetros al sur de Santiago, donde se registraron cuatro incendios activos, con 22.500 hectáreas arrasadas, de acuerdo a al último informe de la Oficina Nacional de Emergencias. A pesar de sus esfuerzos 20 incendios siguen sin control.