El presidente de Alemania, Christian Wulff, ha anunciado su dimisión en una breve comparecencia pública en el Palacio de Bellevue, ante las acusaciones de corrupción y tráfico de influencias en su contra.
La dimisión del máximo mandatario germano se produjo después de que la fiscalía de Hannover, al norte del país, solicitara al Bundestag, el parlamento alemán, que levantase la inmunidad de Wulff para abrir una investigación contra su persona.
Wulff ha asegurado que Alemania debe "enfrentarse a retos internacionales" con un presidente que "goce de la confianza no de la mayoría, sino de una inmensa mayoría", y en vista de "acontecimientos recientes" no está en disposición de afrontar ese reto. Wulff ha señalado que el presidente del Bundestag, Norbert Lammert, ocupará de forma temporal el cargo.
Está previsto que la canciller Angela Merkel comparezca en pocos minutos después de haber cancelado su viaje a Italia.
Wulff dijo sobre las acusaciones de corrupción que han llevado a pedir su dimisión a oposición y Fiscalía, que ha "cometido errores pero siempre he actuado conforme a la ley".
El presidente anunció que los hechos nos "han afectado mucho a mí y a mi mujer", a la que ha puesto como modelo y "representante convencida de una Alemania moderna y humana".