Todas las previsiones de las diferentes encuestas publicadas en los últimos días se han confirmado con la victoria de Mitt Romney en las tres primarias que se disputaban este martes: en los estados de Wisconsin (se repartían 39 delegados) y Maryland (37 delegados), además del Distrito de Columbia (16 delegados).
Tras confirmarse su triunfo, Romney se presentó ante sus seguidores en Milwaukee, Wisconsin, y dijo: "Gracias Maryland, Distrito de Columbia y Wisconsin, ha sido una gran noche. Las ganamos todas". Aprovechó además para criticar los programas públicos lanzados por parte de la Administración Obama: "Cuando atacas los negocios y vilipendias el éxito, vas a tener menos negocios y menos éxitos" y subrayó su compromiso de volver "a situar a EEUU como la tierra de las oportunidades".
La noche no ha tenido mucha emoción ya que con apenas el 1% contabilizado en Wisconsin, los medios de comunicación ya lo daban como ganador en ese estado. Poco a poco, los datos se fueron confirmando y extendiendo también la misma tendencia en Maryland y en el Distrito de Columbia. Ya entrada la noche, y con el 80% escrutado en Wisconsin, Romney lograba el 42%, por delante de Santorum (38%), Ron Paul (12%) y Newt Gingrich).
Por su parte, en Maryland con el 68% de las papeletas contadas, Romney ganaba con un 48%, seguido de Santorum (30%), Gingrich (11%) y Paul (10%). Finalmente, en el Distrito de Columbia, donde se encuentra la capital, el ex gobernador de Massachussets arrasaba con el 70% de los votos (67% escrutado), dejando muy por detrás a Paul (12%) y Gingrich (11%). Ahí, Santorum no presentó su candidatura.
Ahora la carrera por la candidatura republicana toma un respiro de tres semanas hasta el próximo 24 de abril, en el que se celebrarán primarias en cinco estados: Nueva York, Connecticut, Delaware, Rhode Island y Pensilvania. Los cuatro primeros, encuadrados en la costa noreste, son territorio más favorable a Romney, de perfil más moderado y que ha vivido durante mucho tiempo en la zona. Por su parte, Pensilvania, estado natal de Santorum y al que representó en el Senado de EEUU durante más de una década, se sitúa como el siguiente punto de inflexión en el pulso entre ambos candidatos.