En declaraciones a esRadio, la hija de Oswaldo Payá, Rosa María, ha asegurado que ni ella ni la familia del disidente "creemos la versión del régimen". Su padre "sabía que pesaban sobre él varias amenazas de muerte", que según dijo, tienen documentada "por años".
Según Rosa María, el disidente fallecido en el accidente de tráfico era casi "obsesivo" con la seguridad de ella y su familia en la carretera, en parte debido a que "hace menos de dos meses, el tres de junio, tuvo un accidente bastante extraño" en el que él y su esposa casi pierden la vida.
Lejos de disipar sospechas sobre si pudo tratarse de un accidente provocado, Rosa María aseguro a esRadio que no se explica "por qué Ángel (por Ángel Francisco Carromero, secretario general de NNGG del PP de Madrid) iba a frenar de pronto después de ochenta metros si nadie le estaba persiguiendo ni tenía ningún estrés. No me explico ese frenazo".
La hija de Payá se lamenta, además, de la ausencia de información por parte de las autoridades, que "no han contado nada", obligando a la familia a enterarse de los sucesos por la televisión. "No tenemos nada, ningún acta, ningún video o foto. No nos han hablado hasta el día de hoy", cuando –tal y como relató a esRadio- tuvo lugar un "breve encuentro en las oficinas de medicina legal" en la que un oficial de criminalística les dio una "explicación breve" sin documentos de ningún tipo.
Sobre la situación del político español retenido en la isla, que ha sido trasladado el sábado a La Habana, Rosa María aseguró que ella y la familia están "pidiendo que nos dejen ver a Ángel, sabemos que no son culpables y quisiéramos abrazarles y escuchar de ellos lo que ocurrió. No nos han dado acceso a ninguno de los dos", se lamentó.
"Queremos ver a esos muchachos y eso es lo que estamos pidiendo". Y, acto seguido, pidió a la comunidad internacional "que nos ayude en una investigación internacional de manera independiente. Estamos pidiendo a todos nuestros amigos que hagan una petición de investigación internacional".