LD (EFE) Cinco personas fallecieron en la localidad de San Juan de Acre cuando salían de un refugio después de una andanada de cohetes anterior. Tres agricultores israelíes han muerto cerca de la localidad de Maalot cuando un cohete hizo blanco al lado de su automóvil y en el momento en que intentaban tirarse al suelo.
Otras veintisiete personas resultaron heridas, diez de ellas de gravedad, por el impacto de los cohetes que cayeron en San Juan de Acre, Tiberias, Kiriat Shimona y cerca de Maalot. Asimismo, terroristas de Hezbolá dispararon un proyectil antitanque contra un carro de combate y mataron a tres soldados israelíes e hirieron gravemente a otro.
El suceso tuvo lugar en la aldea de Raymin, en el sector occidental del sur del Líbano. Tras los ataques de hoy, el número de civiles israelíes muertos asciende a veintiséis y el de soldados a cuarenta en las tres semanas de conflicto.
Desde esta mañana, la milicia del Partido de Dios (Hezbolá) ha lanzado al menos 160 cohetes contra el norte de Israel, lo que eleva a 2.300 el número total de proyectiles que ha disparado desde el comienzo de las hostilidades, el pasado 12 de julio.
Un alto mando militar israelí, que pidió no ser identificado, afirmó en un encuentro con periodistas extranjeros que Hezbolá recibió un duro golpe en la ofensiva contra la aldea de Bint Yubail, en la que el Ejército israelí asegura que causó al menos 220 muertos a la milicia chií, de la que cree que ahora tiene tan solo unos pocos cientos de combatientes operativos.
No obstante, Hizbulá continúa siendo una amenaza e incluso tiene capacidad de alcanzar a aviones israelíes con sus lanzacohetes SA-18, indicó la fuente.
En cuanto a Irán y a Siria, el militar afirmó que "no son parte de la solución, sino del problema".
Mientras que, según el alto mando israelí, Irán mantiene en el Líbano a cientos de miembros de su Guardia Revolucionaria, la mayoría de los cohetes que dispara Hizbulá están fabricados en Siria, país del que afirmó que continúa permitiendo la entrada de esas armas al Líbano.
En este sentido, el militar dijo que en la operación de este miércoles de una unidad de comandos de elite en la zona del valle de la Bekaa se buscaba a miembros de la Guardia Revolucionaria y a un dirigente de Hizbulá, que finalmente no encontraron, en tanto que confirmó que los cinco terroristas capturados no son de alto rango.
El mando israelí identificó a un dirigente de Hezbolá llamado Nur Shelhub como el principal responsable de la ofensiva militar de Hezbolá contra Israel y afirmó que los servicios secretos israelíes sospechan que el máximo jefe del grupo chií, Hasán Nasralá, sigue en Beirut.
Por otra parte, en el frente de Gaza, al menos ocho palestinos murieron en un enfrentamiento en la zona meridional de Rafah, en inmediaciones del inactivo aeropuerto internacional Yaser Arafat, donde los milicianos intentaron impedir el avance de unos cincuenta carros blindados.
Según agentes de la policía palestina en Gaza, entre los muertos se encuentran tres terroristas y dos civiles, un adolescente de dieciséis años y un chico.
La Fuerza Aérea lanzó cuatro ataques en la nueva operación para detener a milicianos, destruir depósitos de armas y munición y encontrar al soldado Guilad Shalit, capturado el pasado 25 de junio por grupos terroristas palestinos en una base militar israelí.
Desde la captura de Shalit, alrededor de 160 palestinos han muerto a consecuencia de la invasión de la franja de Gaza por las fuerzas israelíes para llevar a cabo operaciones destinadas a rescatarlo y capturar a los milicianos que atacan localidades de Israel con sus cohetes.
Otras veintisiete personas resultaron heridas, diez de ellas de gravedad, por el impacto de los cohetes que cayeron en San Juan de Acre, Tiberias, Kiriat Shimona y cerca de Maalot. Asimismo, terroristas de Hezbolá dispararon un proyectil antitanque contra un carro de combate y mataron a tres soldados israelíes e hirieron gravemente a otro.
El suceso tuvo lugar en la aldea de Raymin, en el sector occidental del sur del Líbano. Tras los ataques de hoy, el número de civiles israelíes muertos asciende a veintiséis y el de soldados a cuarenta en las tres semanas de conflicto.
Desde esta mañana, la milicia del Partido de Dios (Hezbolá) ha lanzado al menos 160 cohetes contra el norte de Israel, lo que eleva a 2.300 el número total de proyectiles que ha disparado desde el comienzo de las hostilidades, el pasado 12 de julio.
Un alto mando militar israelí, que pidió no ser identificado, afirmó en un encuentro con periodistas extranjeros que Hezbolá recibió un duro golpe en la ofensiva contra la aldea de Bint Yubail, en la que el Ejército israelí asegura que causó al menos 220 muertos a la milicia chií, de la que cree que ahora tiene tan solo unos pocos cientos de combatientes operativos.
No obstante, Hizbulá continúa siendo una amenaza e incluso tiene capacidad de alcanzar a aviones israelíes con sus lanzacohetes SA-18, indicó la fuente.
En cuanto a Irán y a Siria, el militar afirmó que "no son parte de la solución, sino del problema".
Mientras que, según el alto mando israelí, Irán mantiene en el Líbano a cientos de miembros de su Guardia Revolucionaria, la mayoría de los cohetes que dispara Hizbulá están fabricados en Siria, país del que afirmó que continúa permitiendo la entrada de esas armas al Líbano.
En este sentido, el militar dijo que en la operación de este miércoles de una unidad de comandos de elite en la zona del valle de la Bekaa se buscaba a miembros de la Guardia Revolucionaria y a un dirigente de Hizbulá, que finalmente no encontraron, en tanto que confirmó que los cinco terroristas capturados no son de alto rango.
El mando israelí identificó a un dirigente de Hezbolá llamado Nur Shelhub como el principal responsable de la ofensiva militar de Hezbolá contra Israel y afirmó que los servicios secretos israelíes sospechan que el máximo jefe del grupo chií, Hasán Nasralá, sigue en Beirut.
Por otra parte, en el frente de Gaza, al menos ocho palestinos murieron en un enfrentamiento en la zona meridional de Rafah, en inmediaciones del inactivo aeropuerto internacional Yaser Arafat, donde los milicianos intentaron impedir el avance de unos cincuenta carros blindados.
Según agentes de la policía palestina en Gaza, entre los muertos se encuentran tres terroristas y dos civiles, un adolescente de dieciséis años y un chico.
La Fuerza Aérea lanzó cuatro ataques en la nueva operación para detener a milicianos, destruir depósitos de armas y munición y encontrar al soldado Guilad Shalit, capturado el pasado 25 de junio por grupos terroristas palestinos en una base militar israelí.
Desde la captura de Shalit, alrededor de 160 palestinos han muerto a consecuencia de la invasión de la franja de Gaza por las fuerzas israelíes para llevar a cabo operaciones destinadas a rescatarlo y capturar a los milicianos que atacan localidades de Israel con sus cohetes.