Aminetu Haidar vive "bajo vigilancia constante" y no se le permite recibir visitas

Además, según la organización Haidar "está mal de salud, pues padece anemia y úlcera de estómago", y se está recuperando "muy despacio de los efectos de la huelga de hambre".

El comunicado hecho público señala que  "desde que regresó a su casa no ha podido reanudar su vida normal, ni su trabajo de defensa de los Derechos Humanos, pues las autoridades marroquíes la someten de manera manifiesta a constante vigilancia y no dejan a nadie ir a visitarla", prosiguió.

Según AI "hay agentes de policía y de otras fuerzas de seguridad apostados día y noche cerca de su casa", pero la vigilancia no se queda ahí: "La siguen siempre que sale. Echan a los simpatizantes y periodistas extranjeros que intentan verla". E incluso "se ha hostigado e intimidado a familiares, amigos y simpatizantes suyos del Sáhara Occidental y otras partes de Marruecos, algunos de los cuales han sido agredidos, según informes, al intentar ir a visitarla".

Aminatou Haidar regresó a su casa el 17 de diciembre por la noche, tras pasar un mes en huelga de hambre en el aeropuerto de Lanzarote en protesta por su expulsión de Marruecos el 14 de noviembre por haber especificado en su tarjeta de embarque que vivía en Sáhara Occidental, territorio que Marruecos se anexionó en 1975, en vez de en "Sáhara marroquí" y por haber dejado en blanco la pregunta sobre su nacionalidad.

Amnistía Internacional, según el comunicado, ha movilizado a "decenas de miles" de miembros de su Red de Acciones Urgentes para que escriban al primer ministro y al ministro del Interior marroquíes, a fin de exigirles que permitan a Aminatou Haidar viajar libremente tanto por Marruecos y el Sáhara Occidental como al extranjero.

Asimismo, ha reclamado a los responsables del Gobierno que garanticen que otros defensores y defensoras saharauis de los Derechos Humanos, en particular los amigos, colegas y simpatizantes de Aminatou Haidar, pueden ir a visitarla sin temor a sufrir hostigamiento ni intimidaciones, y que garanticen que Haidar y todos los defensores y defensoras de los Derechos Humanos "pueden ejercer su derecho a la libertad de expresión, reunión y asociación sin temor a sufrir represalias".

Otros ocho activistas encarcelados

Amnistía reclamó también la "liberación inmediata e incondicional" de otros ocho activistas saharauis encarcelados exclusivamente por ejercer su derecho a expresarse pacíficamente. La organización mantiene en su página www.actuaconamnistia.org una ciberacción a favor de estas personas que ya ha recogido más de 66.000 firmas.

Por una parte, Ahmed Alnasiri, Brahim Dahane, Yahdih Ettarouzi, Saleh Labihi, Dakja Lashgar, Rachid Sghir y Ali Salem Tamek fueron detenidos el pasado 8 de octubre a su regreso de Argelia, donde habían visitado los campamentos de Tinduf, dirigidos por el Frente Polisario. "Son todos miembros de reconocidas organizaciones de Derechos Humanos y otros grupos de la sociedad civil", aseguró. Los siete se enfrentan en un tribunal militar a varios cargos relacionados con el menoscabo de la seguridad interior y exterior del Estado, incluidos los ataques contra su "integridad territorial". Podrían ser condenados a muerte si se les declarara culpables.

Además, Idriss Chahtane, director de la publicación semanal 'Almichaal', fue detenido el 15 de octubre tras publicar un artículo sobre la salud del rey Mohamed VI. Declarado culpable de difundir información falsa con "intención maliciosa" en relación a este artículo, el tribunal ordenó su prisión inmediata, a pesar de que la defensa había recurrido contra el fallo. "Idriss Chahtane está recibiendo además un trato punitivo en la cárcel y lo mantienen en régimen de aislamiento", denunció AI.