LD (EFE) El régimen de Argelia ha reiterado su deseo de sacar el conflicto del Sahara Occidental del contexto de sus relaciones con Marruecos, que desea "fraternales", en palabras de su ministro de Asuntos Exteriores, Mohamed Bedyaui. Esta declaración se produce después del último motivo de tensión entre los dos países, tras la expulsión de dos grupos de marroquíes llegados durante el sábado a la capital argelina en representación de la autoproclamada "Asociación del Sahara marroquí".
Fuentes aeroportuarias de Argel informaron de que, al igual que ocurrió con el primer grupo de esa asociación no gubernamental, se les informó a los cuatro integrantes de que no podrían entrar en el país. La primera delegación estaba compuesta por cuatro periodistas, un profesor universitario y un jefe de empresa. Los dos grupos estuvueron varias horas retenidos el aeropuerto y expulsados posteriormente en diferentes vuelos hacia Roma.
Ambas delegaciones deseaban trasladarse a los campos de refugiados saharauis que existen en la región desértica argelina de Tinduf para exponer sus puntos de vista en favor de la "marroquinidad" del Sáhara Occidental. Tal pretensión chocaba con la oposición del Frente Polisario, que milita por la independencia del territorio y el derecho a la autodeterminación de sus habitantes de origen saharaui.
Argelia apoya al Polisario y defiende la aplicación del plan de paz de las Naciones Unidas que contempla un referéndum de autodeterminación tras un período de autonomía de unos cinco años, durante los cuales Marruecos tendría la soberanía del territorio. Hasta ahora su aplicación no ha sido posible debido a que Marruecos estima obsoleto el plan de paz que elaboró en su día el antiguo secretario de Estado estadounidense James Baker.