Todo con empujones y prohibiciones a los periodistas para que no grabaran las imágenes ni obtuvieran declaraciones. "Insólita". Así definen fuentes parlamentarias la jornada parlamentaria de este jueves. La crónica gira en torno a una moción parlamentaria del grupo IU-ICV que había logrado la firma de todos los grupos, también del PSOE, para "condenar los incidentes violentos ocurridos en el Aaiún"; "expresar a las autoridades marroquíes la preocupación sobre las informaciones de las violaciones de derechos humanos" e "intensificar y profundizar las relaciones con el Frente Polisario, legítimo representante del pueblo saharaui".
Un texto mucho más duro que el aprobado esta semana en el Senado en el mismo sentido, ya que según fuentes parlamentarias consultadas por LD, "elimina la equidistancia entre el Frente Polisario y el Régimen Alauí". Algo que ponía en tela de juicio al Gobierno y al partido socialista, que finalmente condenaba las actuaciones de Marruecos para no quedarse al margen del acuerdo de todos los grupos de la cámara. De ahí, la expectación que generaba su votación, aunque con lo que nadie contaba es con lo que estaba por venir.
Un grupo de activistas saharauis, entre ellos el actor Willy Toledo y una joven saharaui invitados ambos por IU, procedían a proferir gritos desde la tribuna de invitados del hemiciclo, junto con otros cuatro activistas que acudieron por cuenta propia. "El Sáhara no se vende", "Libertad para el Sáhara", e insultos contra el Gobierno y el PSOE como "hipócritas" y "chorizos", fueron los lemas más repetidos aunque, según fuentes parlamentarias, "los gritos en saharaui no permitían distinguir las palabras desde las bancadas". Bono intervenía, muy airado, pidiendo silencio. Un segundo después, se agotaba su paciencia: "Expulsen de la sala a quienes gritan, y tomen sus nombres por si estuvieran cometiendo algún delito" decía, visiblemente enfadado. "Entréguenlos a la Comisaría del Congreso" exigió.
No es la primera vez que sucede un incidente de las mismas características pero sí es la primera vez que los causantes del mismo quedan retenidos en la comisaría del Congreso durante más de una hora. Transcurrido ese tiempo los agentes trasladaban a los activistas por el pasillo del Congreso por el que periodistas y políticos intercambian impresiones y declaraciones, pero en esta ocasión los periodistas no eran bienvenidos. "Tenéis que salir de aquí. No podéis pasar", decían los policías y ujieres del Congreso a los pocos periodistas congregados, entre ellos LDTV, que no dudaban en enseñar las acreditaciones de prensa que les permiten el tránsito por ese espacio.
Los agentes escoltaban a los activistas hacia una la salida trasera del Congreso de los Diputados, la de la calle Zorrilla. Inmediatamente los periodistas se desplazaban hacia allí y se encontraban con un furgón policial esperándoles en la puerta. "Estamos acusados de un delito de un año a seis meses de cárcel", decía Toledo a los micrófonos de LDTV a través de una rejilla del furgón policial. "Un delito de alteración grave del orden público". "¡Sáhara libre!, ¡Sáhara Libre!, ¡Libertad!", gritaban todos los activistas a medida que se alejaba el vehículo. De fondo, la hermana de la joven saharaui detenida gritaba desolada: "No hay derecho a que apoyéis dictadores como el marroquí, ¿dónde está la libertad y la democracia?, ¿dónde están los derechos humanos?,¡sois amigos de dictadores!"
Estas declaraciones sólo captadas por LDTV y la agencia Atlas se convertían después en el tema de conversación del Congreso. "Es vergonzoso. Lo nunca visto", explicaban a esta cadena fuentes de ICV que informaban de que los activistas se encontraban detenidos en la comisaría de Moratalaz. Por su parte los servicios de prensa de la cámara baja señalaban que"no estaban detenidos, sólo habían sido trasladados allí". No daban, sin embargo, ninguna información sobre el bloqueo informativo recibido por la prensa para no obtener ni imágenes ni declaraciones de los acusados.
Finalmente, el Gobierno condena
A pesar de todo, la moción, propuesta por IU-ICV ha salido adelante con 329 votos a favor. El debate sobre el Sáhara tiene su origen en una interpelación que IU-ICV dirigió al Gobierno y que motivó una propuesta de "máximos" que el PSOE no podía asumir, pues denunciaba expresamente la "represión por parte del Reino de Marruecos" y una "violación sistemática" de los derechos humanos en los "territorios ocupados" del Sáhara, a la vez que se animaba a reconocer la República Árabe Saharaui Democrática (RASD) y a apostar por un referéndum para la independencia del Sáhara, entre otras cuestiones.
Frente a esto, el PSOE ofreció la resolución aprobada por el Parlamento Europeo, pero IU-ICV ya avisó de que le parecía insuficiente, por lo que amagó con votar su texto punto por punto para que salieran adelante algunos de ellos y especialmente, aunque fuera sin el Grupo Socialista, el relativo a la condena de la represión marroquí.
En ese contexto, el PSOE presentó el martes una redacción que iba más allá de lo aprobado en la Eurocámara pues, si bien recogía la condena de los incidentes violentos derivados del desalojo de un campo de protesta saharaui, añadía otros puntos acercándose al Frente Polisario y poniendo en cuestión la actuación de Marruecos.