L D (EFE) El mandatario asistió por última vez a la cita iberoamericana en Panamá, en 2000, y dejó de viajar por primera vez a estas citas en la de Lima, en 2001. Hasta ese momento, Fidel Castro había sido, junto al Rey Juan Carlos de España, el gobernante con más experiencia en estas citas que arrancaron en Guadalajara (México) en 1991.
En Panamá, Castro protagonizó su última y polémica Cumbre Iberoamericana, cuando denunció que activistas de la Fundación Nacional Cubano-Americana habían enviado "terroristas" a la ciudad con la intención de atentar contra su vida. La denuncia se saldó con el enjuiciamiento del anticastrista Luis Posada Carriles y de otros cuatro cubanos, de un salvadoreño y de un panameño por los delitos de posesión ilícita de explosivos, contra la seguridad pública que implica peligro común, asociación ilícita para delinquir y falsedad de documento.
Además, en esa cita, Cuba hizo evidente su oposición frontal al Ejecutivo de José María Aznar, al rechazar una resolución propuesta por España de condena al terrorismo de ETA, por considerar que el texto era "insuficiente, incompleto y selectivo". Aunque Castro no acostumbra a confirmar con antelación su asistencia a las cumbres, en la cita de Santa Cruz había gran expectación sobre su posible llegada y su hipotética participación en el Encuentro Social Alternativo, que promueven diversos sectores sociales.
Fuentes de la delegación cubana han explicado que "otros compromisos" han impedido a Fidel Castro acudir a Santa Cruz, donde será reemplazado por el vicepresidente Carlos Lage.
En Panamá, Castro protagonizó su última y polémica Cumbre Iberoamericana, cuando denunció que activistas de la Fundación Nacional Cubano-Americana habían enviado "terroristas" a la ciudad con la intención de atentar contra su vida. La denuncia se saldó con el enjuiciamiento del anticastrista Luis Posada Carriles y de otros cuatro cubanos, de un salvadoreño y de un panameño por los delitos de posesión ilícita de explosivos, contra la seguridad pública que implica peligro común, asociación ilícita para delinquir y falsedad de documento.
Además, en esa cita, Cuba hizo evidente su oposición frontal al Ejecutivo de José María Aznar, al rechazar una resolución propuesta por España de condena al terrorismo de ETA, por considerar que el texto era "insuficiente, incompleto y selectivo". Aunque Castro no acostumbra a confirmar con antelación su asistencia a las cumbres, en la cita de Santa Cruz había gran expectación sobre su posible llegada y su hipotética participación en el Encuentro Social Alternativo, que promueven diversos sectores sociales.
Fuentes de la delegación cubana han explicado que "otros compromisos" han impedido a Fidel Castro acudir a Santa Cruz, donde será reemplazado por el vicepresidente Carlos Lage.